Desde que llegó al poder con el triunfo electoral del presidente del cambio y tiene mayoría en la Cámara de Diputados con el respaldo de los partidos grapa, Morena aprovecha la mayoría y la hace valer aprobando al “vapor” ¡en 24 horas!, las iniciativas de ley enviadas por el Ejecutivo federal sin detenerse a valorar el impacto que puedan tener.
Votar a favor es consigna entre los legisladores del movimiento-partido de la 4T a pesar de que con eso atenta contra la democracia al pasar por alto la discusión y análisis de las iniciativas o reformas de ley con los miembros de la oposición e ignorar las propuestas para enriquecerlas o los argumentos para rechazarlas.
En cumplimiento de la “obediencia ciega” que exige el presidente en turno a los diputados oficialistas, durante la sesión que inició la mañana del martes y concluyó la mañana de ayer, Morena y los partidos del Trabajo y Verde Ecologista avalaron ocho iniciativas de ley de las que cuatro se votaron con dispensa de trámites en calidad “de urgente resolución”. No se discutieron ni analizaron ni pasaron a comisiones, como corresponde, pues se aplicó el llamado albazo legislativo.
Las otras cuatro propuestas presidenciales pasaron al “vapor” o “fast track” en comisiones y de inmediato se turnaron al pleno para que en un dos por tres fueran votadas a favor sin importar las protestas de los opositores y los argumentos en contra ante el irresponsable proceder de la mayoría y el desaseo legislativo.
De esa forma se aprobó la desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que será sustituido por el IMSS-Bienestar; que la operación del Tren Maya la tendrá “de forma indefinida” la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); ampliar las facultades de la Sedena en la vigilancia del espacio aéreo ante la ocurrencia de actos ilícitos en contra de las operaciones aeronáuticas que puedan afectar la seguridad nacional, en concurrencia con las autoridades civiles.
Con dispensa de trámite por ser “de urgente resolución” el proyecto de ley que reduce el porcentaje máximo de descuento en la venta de inmuebles propiedad de la nación que será de 10% y no de 40% como lo establece la ley actual; la reforma que establece que los recursos del impuesto que se cobra a los extranjeros por visitar México se inviertan en 80% en el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y en 20% en el Instituto Nacional de Migración.
La desaparición de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND) por ser un organismo “atrofiado, incapaz de cumplir su objetivo de impulsar el desarrollo rural elevar la productividad y mejorar el nivel de vida de la población”; el dictamen que expide la Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación y establece la eliminación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que será sustituido por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnología e Innovación, que actuará como entidad asesora del Ejecutivo federal; y la reforma que faculta a la Secretaría de la Función Pública (SFP) para contratar bienes y servicios de las dependencias del sector público, función que tenía la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Todo lo anterior en una maratónica sesión en la que los legisladores respondieron más rápido que pronto a las exigencias políticas de un presidente que se dice demócrata pero que en los hechos impone sus intereses personales por sobre los de la ciudadanía.
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