No se hagan bolas (expresó celebre presidente de la República a sus huestes priístas para reiterarles que ya había elegido candidato para sucederlo). Esa frase bien puede aplicarse a la maniobra que prepara el padre de la transformación para que mediante una simulada encuesta su movimiento-partido y militantes hagan ganar en agosto a su elegida: Claudia Sheinbaum.
No obstante que ha dicho y redicho que no va a intervenir en el proceso de selección de candidatos, el presidente pro-democracia está dando atisbos de que es el “gran elector” y que igual que los presidentes de antes decidirá quién habrá de sucederlo y la (o) impondrá.
De la reunión que sostuvo en Palacio Nacional con Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal y los senadores morenos (28-04-2023), trascendió que quiere tener candidata (o) presidencial en septiembre, que en octubre estén palomeados los nueve candidatos a gobernador, incluido el de la Ciudad de México, y que en noviembre esté el listado de diputados y senadores.
Y aunque el Presidente insiste en que no tiene preferencia, Claudia será la candidata, la ungida por su dedo elector, porque además de la cercanía que los une tiene a su favor que políticamente es su hechura, lo ha seguido en su trayectoria, le es leal a ciegas y es la caja de resonancia de todo lo que dice y hace.
Ella más que el secretario de Gobernación y mucho más que el de Relaciones Exteriores le garantiza el triunfo electoral en 2024 sin mayores problemas dada la parálisis de la oposición; la continuidad del proyecto político que quiere imponer; la gobernabilidad del país a partir de los objetivos que persigue y la protección de su persona y la de sus familiares una vez que deje el poder y carezca de fuero.
Y parece ser que esos cuatro aspectos son los de mayor importancia en la valoración que hace el presidente más popular de la historia de México, y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México es la que mejor respondería a ello, no obstante, Adán Augusto es su fiel amigo, motivo de peso por el que no hay que descartarlo como plan B electoral.
Aunque como en política no hay nada escrito y en la mexicana cualquier cosa puede suceder de última hora, el vaticinio que se hace, a pesar de que es una conjetura, corresponde a la realidad y a lo que hace patente el presidente en las conferencias mañaneras, su fuerte inclinación a favor de Sheinbaum a la que defiende, protege y exhibe como una gran mujer, trabajadora, honrada y que sabe gobernar.
En tanto, el democrático movimiento-partido Morena prepara la puesta en escena “Crónica de un destape anunciado”; la elección por encuesta de la candidata (o) a la presidencia de la República, dirigida por el presidente promotor de la 4T y protagonizada por las corcholatas de mayor reconocimiento nacional.
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