El Presidente y las 24 horas del día
Rafael Cienfuegos Calderón
En qué gasta su tiempo el Presidente de la República fuera de encabezar diario la reunión de seguridad pública, ofrecer su conferencia de prensa, practicar su bateo beisbolero, caminar y hacer ejercicio, y sostener alguna reunión entre semana con políticos de su movimiento-partido o con empresarios que le son afines?
Madrugador como es, de seis a siete encabeza la reunión de seguridad pública para enterarse del número de asesinatos dolosos que ocurrieron las últimas 24 horas y del comportamiento de la violencia e inseguridad en el país. Luego, ofrece la diaria conferencia de prensa de siete a nueve, en promedio, en la que da cuenta de la agenda que imponen los partidos de oposición, sus políticos y aspirantes a la candidatura presidencial, el acontecer nacional e internacional y las opiniones de la prensa escrita, radio y televisión para fijar su postura.
¿Y después de eso?
¿Dedicará parte de su tiempo a leer los periódicos, antes o después del desayuno? O, ¿a escuchar el reporte del coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República para evitar que las noticias de declaraciones, críticas y cuestionamientos de los que señala como sus enemigos, del gobierno del cambio y la Cuarta Transformación le amarguen el día?
O, ¿en las mañanas soleadas recorrerá los patios de Palacio Nacional o se deleitará observando los murales históricos que engalanan sus muros? O, ¿aprovechará parte de las primeras horas hasta antes del medio día para la relectura del libro ¿Quién manda aquí? de la autoría de Felipe González (expresidente de España), Gerson Damiani y José Fernández- Albertos?
O, ¿quizá para alegrarse escuche las canciones que más le gustan y que ha pedido se toquen en algunas mañaneras en recomendación para que los jóvenes dejen los corridos tumbados que hablan de drogas, crimen organizado y fortunas mal habidas: Los caminos de la vida, No se va, Te mereces un amor, Frágil, América, Oye mujer, Huy qué miedo, Ya supérame, Tenías que ser tú, Uno x 100to, Amor y control?
Se sabe, porque es público, que el Presidente dedica tiempo de algún día de la semana para practicar su bateo como parte de su afición al beisbol y que aprovecha la visita al parque Tranviarios, para realizar caminatas y un poco de ejercicio.
¿Pero en qué más emplea parte de su tiempo?
¿Acaso, en revisar cómo van sus corcholatas para definir la jugada estratégica que tiene que hacer para apoyarlas y denostar a los opositores, como Xóchitl Gálvez, o los reportes del cierre del peso frente al dólar, la inflación y el flujo de dólares que envían los connacionales para comentarlos en la mañanera como logros del gobierno?
La pregunta de en qué gasta su tiempo el presidente madrugador es porque no ha dedicado un solo minuto del mismo para informar sobre el derrame de petróleo que contamina las aguas del Golfo de México, la fecha en que el sector salud contará con los medicamentos para cubrir el desabasto, las medidas que aplicará la federación para atender la falta de agua potable en más de la mitad del territorio nacional, o en explicar con datos duros de dónde van a salir los miles de millones de pesos para incrementar en 2024 el monto del apoyo económico universal para adultos mayores, si no es del aumento a impuestos?
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