ATISBOS

“Yo no insulto mujeres”

Rafael Cienfuegos Calderón

Para los ciudadanos de a pie es un derecho inalienable manifestarse y expresar con libertad sus opiniones, pero este no lo puede ejercer el Presidente de la República no porque le esté cancelado sino por su investidura de jefe de Gobierno y del Poder Ejecutivo federal, máxime cuando sus dichos tienen un alto grado de rijosidad, de confrontación y de violencia verbal.

El padre de la transformación se defiende y rechaza que incurra en violencia política de género contra la senadora Xóchitl Gálvez, porque tiene la convicción de que con los insultos, burlas, ataques, denuestos y difamaciones que profiere a conservadores, partidos y políticos de la oposición no ofende ni polariza sino que politiza.

Pero el presidente aspiracionsita, que ambiciona transformar la vida pública del país imponiendo su proyecto personal, se transmuta en el circo de las mañaneras en el líder opositor del neoliberalismo que fue en las últimas décadas y se asume cuasi candidato a la presidencia para hacer el trabajo sucio contra los aspirantes a la presidencia del frente opositor PAN-PRI-PRD, principalmente Xóchitl Gálvez, que correspondería a las corcholatas.

Y, según él, las autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) “violan flagrantemente” sus libertades al quererlo censurar aunque tiene la “oportunidad”  como cualquier ciudadano de manifestarse libremente. El caso es que no es cualquier ciudadano.

Su problema es que no entiende o hace que no entiende que tiene reservas para expresarse sin restricciones y por eso en la mañanera del día 4 pidió que el INE y el Tribunal Electoral le “expliquen” en donde incurrió en violencia de género contra Xóchitl Gálvez, a quien ha tildado de “títere” de la oligarquía, de “globo” que no levanta, de “pelele” y de quien ha divulgado información privada para afectar su imagen pública.

Él argumenta que “esto es política” y es lo más legal que puede haber, y se pregunta ¿dónde está la violencia?

En tanto, sin precisar si hay violencia política de género de parte del presidente que ha afirmado “yo no ofendo mujeres”, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE le ordenó el viernes 4 se abstenga de emitir opiniones sobre los derechos políticos de Xóchitl Gálvez –y de las mujeres en general-, al revisar nuevamente la denuncia de Violencia Política de Género en Contra de las Mujeres interpuesta por la  aspirante presidencial.

Eso, bajo cualquier modalidad o formato, manifestación, comentario, opinión o señalamiento sobre temas relacionados con los derechos político-electorales de la quejosa, ya sea de forma positiva o negativa.

Ordenó, además, por resolución del Tribunal Electoral, que la Presidencia de la República elimine de los archivos de audio, video y versiones estenográficas de las plataformas oficiales, las expresiones del presidente contra la senadora emitidas en las mañaneras del 10, 11, 14 y 17 de julio en las que se refirió a ella como “títere” que actúa bajo las ordenes de un grupo de hombres.

Y sumándose a la violencia política que se genera en las mañaneras, el reportero a “modo” identificado como Lord Molécula insultó a Xóchitl Gálvez (11-07-2023) —-ante el líder del cambio- al llamarla “trepadora” por supuestamente aprovecharse de iniciativas a favor de los grupos indígenas; y, en Querétaro (04-08-2023), fue increpada por un grupo de personas que la llamaron “rata, rata, rata” y la amenazaron con “terminarás en el bote”.

Lo bueno, es que el Presidente no polariza.