Los asesinatos de actores políticos ya están presentes
Rafael Cienfuegos Calderón
El proceso electoral está en curso con tres aspirantes a la Presidencia –Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez por Movimiento Ciudadano- y el escrutinio de los partidos políticos para definir candidatos a ocho elecciones estatales y la Ciudad de México, las Cámara de Diputados y Senadores: más de 20 mil cargos de elección popular, y los asesinatos de actores políticos ya está presente.
Recientemente, en dos días, asesinaron a tres precandidatos de la oposición: Sergio Hueso a la alcaldía de Armería, en Colima; David Rey González a la de Suchiate, en Chiapas, y Alfredo Giovanni Lezama a la de Cuautla, Morelos, tres entidades que son gobernadas por Morena, el partido del gobierno en el poder.
Empero, a octubre de 2023 los medios de comunicación dieron cuenta de 231 casos de asesinato de algún actor político en el país sin haber iniciado formalmente la competencia electoral, informó la organización no gubernamental Causa en Común que a partir del 2020 da seguimiento a este tipo de asesinatos como parte del estudio “Galería del horror: atrocidades y eventos de alto impacto”.
En las elecciones intermedias de 2021, ocurrieron 36 asesinatos políticos, ya de militantes activos de los partidos políticos, de funcionarios municipales, de aspirantes a un cargo público o de elección popular o a la ratificación como legisladores federales.
Los reportes de Causa en Común señalan que las entidades que acumulan el mayor número de casos son Oaxaca (nueve), Guerrero (nueve), Veracruz (seis) y Morelos (cuatro); en todos los casos el denominador común es la impunidad.
Bajo estas circunstancias la organización no gubernamental hace hincapié -atinadamente- que la violencia crónica que está presente en todo el territorio nacional agudizada por el debilitamiento de las instituciones de seguridad pública, especialmente durante el presente sexenio, supone condiciones de alto riesgo para la integridad de los actores políticos y el curso de las elecciones de este año.
Y resalta lo que afirma es obvio –y sí que lo es porque a diario los ciudadanos y el “pueblo” viven con miedo ante la realidad de la inseguridad y la violencia criminal- “el enemigo no son los contrincantes ni los ciudadanos con distintas opiniones, sino ese crimen organizado al que tantos abrazos se le han enviado desde lo alto del poder político”.
“Seguir abdicando en materia de seguridad, y sobre todo en estos momentos, significaría continuar desprotegiendo a la ciudadanía y a la democracia”. “Difícil imaginar mayor irresponsabilidad que la indiferencia ante las tragedias que se pueden evitar”.
e acuerdo con la consultora Etellekt, durante el proceso electoral 2018 se cometieron 774 agresiones contra políticos y 429 contra funcionarios –públicos- no electos y 152 víctimas fueron políticos, 48 precandidatos y candidatos a puestos de elección (Instituto Belisario Domínguez, Senado de la República: “Asesinatos políticos en el periodo electoral 2018”, Carla Angélica Gómez Macfarland y Juan Pablo Aguirre Quezada).
El 10 de enero de 2023 el presidente que se dice promotor de la democracia acusó a personajes ligados con el expresidente Salinas de Gortari y grupos que dominaban a México, de estar de tras de la campaña en la que alertan de la violencia que pondría en riesgo la integridad de los aspirantes a la Presidencia de la República, principalmente de la oposición. Argumentó que en el tiempo que llevamos nosotros no ha habido represión ni la habrá porque no somos iguales a los del periodo neoliberal cuando asesinaron a Luis Donaldo Colosio.
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