ATISBOS

El Presidente se aferra al poder

Rafael Cienfuegos Calderón

Falta poco para que el inventor de la transformación se vaya del gobierno y aprovechará el tiempo al máximo para mantenerse hasta el final como protagonista principal de la vida pública y política de México.

No está dispuesto a ceder ni el micrófono ni los reflectores ni la popularidad  ni el poder.

En agosto de 2021 destapó y promovió a Claudia Sheinbaum, su hechura política, como candidata presidencial, en septiembre de 2023 al inicio oficial del proceso electoral asumió la campaña sucia contra la oposición, y recién pasada la elección del 2 de junio suplió al Instituto Nacional Electoral (INE) para dar a conocer desde el gobierno sus “otros datos” sobre las elecciones legislativas.

Ello aunque esa atribución corresponde a la autoridad electoral, misma que el día 9 presentó los resultados oficiales de las votaciones para dar paso a las impugnaciones partidistas ante el Tribunal Electoral, que tendrá que resolverlas a más tardar el 23 de agosto.

Después de esa fecha el INE -no el gobierno- determinará a partir del número de legisladores uninominales los plurinominales que corresponde a cada partido.

Estos serán los únicos datos oficiales que validarán la elección del Congreso Legislativo.

Empero el presidente que se dice demócrata se arrogó esa tarea  utilizando a la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, para adelantar la mayoría calificada de Morena y parásitos en la Cámara de Diputados.

Según sus datos Morena tiene 243 diputados, el Partido del Trabajo 48 y el Partido Verde Ecologista de México 74, lo que da la mayoría calificada. En el caso del PRI, 34; el PRD, dos; el PAN, 72; Movimiento Ciudadano, 26; independientes, uno; en total 500.

En la Cámara de Senadores 60 curules son de Morena, ocho del Partido del Trabajo, 14 del Partido Verde, 17 del PRI, dos del PRD, 22 del PAN y cinco de  Movimiento Ciudadano, 128 en total.

Al habitante de Palacio Nacional no le incomoda ni importa violentar la Constitución y la Ley Electoral.

Lo ha hecho como protagonista de la vida política desde el destape de sus concholatas, el inicio oficial de la contienda electoral y –ahora- durante el proceso de conteo de votos.

Y, en ejercicio del poder absoluto que detenta, quiere para septiembre la aprobación de la ley de reforma al Poder Judicial sin que su supuesta mayoría de legisladores le quiete una coma.

A ello la virtual Presidenta electa le dijo que sí el lunes 10 en Palacio Nacional.

Únicamente pidió a su mentor que haya un parlamento abierto nacional con especialistas, juristas, académicos y trabajadores del Poder Judicial antes de que los diputados la aborden y aprueben en septiembre.

¿Cómo se iba a oponer si esa reforma está en sus 100 compromisos de campaña?