Opinión

ATISBOS

La pobre herencia económica de Sheinbaum

Rafael Cienfuegos Calderón

Políticamente, el presidente transformador logró la proeza de detentar el mayor poder jamás visto en la historia de México. De la mano con el movimiento-partido que fundó controla los poderes  Ejecutivo y Legislativo y ya casi el del Poder Judicial, gobierna 24 estados y tiene mayoría en los congresos locales.

Económicamente, fracaso como gobernante. No propició crecimiento; 0.8% por año entre 2019-2023 (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI), contra 2% promedio anual de los anteriores tres sexenios.

A su sucesora, Claudia Sheinbaum,  le hereda una economía pobre y está por verse si ella logra recomponerla.

La pregunta es si el poder político que también detentará le alcanza para activarla y propiciar inversiones del sector privado.

De la economía depende el desarrollo del país y el bienestar de las mayorías del “pueblo”, generar empleos con salarios suficientes para alimentación, vestido, vivienda, salud, educación, transporte y esparcimiento, cumplir con las pensiones de los programas sociales, mejorar servicios y la seguridad pública.

Se puede pensar que con la mayoría legislativa del gobierno en la Cámara de Diputados los próximos tres años la primera mujer presidenta no tendrá problemas con los presupuestos, pero si la economía no crece ¿de dónde obtendrá los recursos para cumplir lo que ofreció en campaña?

Si para hacer lo que pretende, por ejemplo, necesita once pesos pero la economía solo alcanza para gastar nueve, o recurre al endeudamiento o recorta gastos en lo que considere no prioritario para ajustarse al dinero disponible.

No hay de otra, máxime cuando descarta una reforma fiscal.

Uno de los mayores problemas que hereda Sheinbaum es el casi nulo crecimiento económico de menos 1% promedio en el sexenio, que contradice al inventor de la transformación que en el Informe de Gobierno lo ubicó en 3%.

La epopeya del aun presidente es haber obtenido triunfos políticos con Morena en tan pocos años tras su surgimiento en el 2011, pero su gran fracaso es no haber hecho crecer la economía.

Excluyó a la iniciativa privada aunque genera el mayor número de los 22 millones 389 mil 835 empleos formales registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el 75% del Producto Interno Bruto (PIB), y gastó en exceso en obras de dudosa viabilidad financiera.

Las urnas pueden provocar súbitamente un cambio de régimen, pero muy difícilmente una estructura económica distinta. Lo que sirvió para la política no sirve para la economía (Jorge Zepeda Patterson, Milenio, 03-09-2024).

El económico, por tanto, será el Talón de Aquiles del gobierno que encabezará Clara Sheinbaum, aún con el poder político que detentará.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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