Sheinbaum ante Kamala Harris o Donald Trump
Rafael Cienfuegos Calderón
El resultado de la elección presidencial de hoy en Estados Unidos es de suma importancia para México y ya sea que gane la demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump la presidenta Claudia Sheinbaum no la tendrá nada fácil.
Va a impactar en la economía por el tratado comercial T-MEC del que depende el 75% de las exportaciones nacionales y la relación diplomática bilateral por el tráfico de drogas y la constante, creciente e irrefrenable migración de centroamericanos que cruzan el territorio nacional para intentar ingresar al vecino del norte.
En esos dos temas desde hace décadas los gobiernos de México y Estados Unidos no logran ponerse de acuerdo para asumir acciones conjuntas y enfrentarlos dado que las estrategias planteadas no son compatibles.
Ya sea con Kamala Harris o con Donald Trump la presidenta de la continuidad con cambio estará sometida a diversas condicionantes para que la relación fluya con respeto, equidad y buena vecindad pues ambos son contrarios al T-MEC que en 2025 en lugar de solo ser revisado es posible que tenga que renegociarse para no enfrentar el riesgo de que se quiera cancelar.
Al respecto, el más beligerante y amenazador es Trump. Ayer en Raleigh, Carolina del Norte, aseguró que si gana la elección impondrá un arancel de 25% a todos los productos que México le venda y podría aumentar a 100% si la mandataria (Claudia Sheinbaum) no atiende la situación en la frontera entre ambos países respecto al flujo de migrantes y drogas.
Ello va a depender de si hay o no algún cambio significativo en la frontera.
“Tenemos una nueva presidenta en México. Supuestamente es una mujer muy agradable, dicen, yo no la conozco. Voy a informarle desde el primer día que si no detienen esta embestida de criminales y drogas voy a imponer aranceles a todo lo que envíen a Estados Unidos”.
Y aunque en el tema migratorio tanto demócratas como republicanos mantienen posturas duras, del lado de Kamala Harris se ha endurecido la política antimigratoria, aunque no se compara con las propuestas de Trump.
La candidata, por ejemplo, nunca ha hablado de deportaciones masivas como sí lo hace Trump, empero con ella o con él la cuestión migratoria no será un escenario fácil.
Como sea, la presidenta Sheinbaum debe prepararse.
Con una Harris moderada es posible que, de mujer a mujer, llegue a entenderse, pero con un Trump desquiciado, belicoso, antimexicano y misógino será sumamente difícil y quizá hasta imposible.
Por el momento nada está decidido, las encuestas dan empate técnico
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