POR: Rafael Cienfuegos Calderón
IRONÍA.- El campo mexicano padece insuficiencia presupuestaria, atraso tecnológico, limitación crediticia, bajos subsidios y ausencia de políticas para pasar del cultivo de maíz, frijol, arroz y trigo a productos de alta rentabilidad, en tanto que la población que lo trabaja y vive de él sufre desigualdad, discriminación, pobreza, envejecimiento y migración de jóvenes. Pero lo peor es la ironía. El año pasado el sector agroalimentario exportó 29 mil millones de dólares, más que los 26 mil millones de las remesas, más que los 19 mil millones del turismo, y más que los 18 mil millones de los derivados petroleros y, a pesar de ello, el campo, los campesinos e indígenas que generan parte de esa riqueza son pobres. La subsecretaria de Desarrollo Rural de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Mely Romero Celis dio a conocer estos datos a los integrantes de la Comisión de Agricultura y Sistemas de Riego de la Cámara de Diputados y les afirmó que “el sector agroalimentario mueve la economía nacional”. Pero ofreció además otra información que revela el rezago y miseria que se viven en el campo: hay 80% de pequeños productores que siembran para autoconsumo y 66% de ellos sufre carencia alimentaria porque sólo siembran maíz para su manutención, que no es suficiente para una dieta nutritiva y completa. “Son los más vulnerables y requieren una estrategia integral de producción, comercialización y extensionismo”. Abatir la vulnerabilidad de las mujeres y atraer a los jóvenes al agro es un reto a enfrentar, porque nueve de cada 10 lo hacen de manera informal y carecen de seguridad social. Tan sólo el 1% tiene menos de 25 años, uno de cada 100 tiene 25 años, el 3% son mujeres y son muy pocas las jóvenes que son atraídas por el sector agrario. El 20% de las mujeres vive en pobreza, pero si son indígenas, la mitad vive en pobreza extrema porque no reciben una remuneración económica pese a dedicarse a la producción de alimentos. Sólo el 10% tiene acceso a créditos, 5% recibe asistencia técnica y 30% tiene un documento que avale la propiedad de la tierra. Es urgente renovar generacionalmente al campo porque la edad promedio de vida es de 53 años, y demostrar a los jóvenes que la actividad agraria es rentable y una oportunidad para tener un sustento estable. A su decir, hay que detonar opciones de desarrollo para lograr producir el 70 por ciento de los alimentos que se requiere en el 2050 y garantizar la seguridad alimentaria. Y a quienes no alcanzaron apoyos por las restricciones presupuestarias, se les ofrece capacitación técnica en huertos medicinales y un paquete de huerto familiar simplificado que son muy exitosos.
DESPROTECCIÓN.- Las condiciones actuales de vida de las personas en edades avanzadas revelan que la mayoría no tienen seguridad económica ni médica, y de continuar así, en las siguientes décadas México será un país de viejos con padecimientos de enfermedades crónicas degenerativas y mayor pobreza. En 2014, casi 35% de la población de 60 años vivía en pobreza moderada, y 9% en pobreza extrema; en 2015 había 119.5 millones de personas y 12.4 millones de ellas estaban en ese rango de edad, y partir de las proyecciones del Consejo Nacional de Población, para el 2050, 32.4 millones de habitantes serán adultas mayores. Isalia Nava, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM vaticina que de no tomarse medidas preventivas desde ahora, esa población estará en una mayor desprotección.
INEFICIENCIAS.- Por falta de una política nacional en materia de derechos de las niñas, niños y adolescentes existe ineficiencia en la operación de programas públicos que no dan los resultados programados. Diputados de la Comisión de Derechos de la Niñez escucharon decir al secretario del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, Ricardo Bucio Mújica, que si bien se va a asignar un presupuesto de 796 mil millones de pesos para la atención de niñas, niños y adolescentes -90 mil millones más que en 2015- el problema actual de esa población no es de dinero, sino de la lógica de trabajo que tienen los gobiernos estatales y municipales, ya que muchos carecen de información y no conocen indicadores sobre la situación y problemática que enfrentan.
PREVENCIÓN.- La enfermedad cerebrovascular es una afección que se presenta de manera brusca y súbita, pero es posible conocer quién está en riesgo y trabajar en la prevención, ya que quien la padece tiene alta probabilidad de morir o quedar discapacitado en mayor o menor grado, pues afecta la motricidad, la vista y hasta el lenguaje, dependiendo de la parte del cerebro que se dañe. Se trata, informó el académico Antonio Arauz Góngora de la Facultad de Medicina de la UNAM, de uno de los padecimientos más incapacitantes después de los 50 años. En México se presentan alrededor de 100 mil casos al año y representa la cuarta causa de muerte; no obstante, puede ser prevenible porque los factores de riesgo son controlables.
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