POR: Rafael Cienfuegos Calderón
INSUFICIENTE.– Que el salario mínimo sea de 102.68 pesos diarios a partir del 1 de enero es un salto cuantitativo importante en comparación con los 88.36 pesos del año pasado, empero, sin embargo, no alcanza para cubrir el costo de la canasta básica alimentaria y no alimentaria, aún a precios de inicios de 2017. Por otra parte, la política salarial del nuevo gobierno no va más allá de aumentar la percepción diaria mínima de un trabajador y deja pendientes de resolver la reglamentación del trabajo por honorarios, la subcontratación, la informalidad, la falta de compromiso de los patrones para ofrecer beneficios y seguridad social e impulsar el incremento de la productividad de sus empresas para que así tengan mejores ganancias y se evite que estas sean resultado de los bajos salarios. Según la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, de diciembre de 2012 a septiembre de 2018 el salario mínimo general recuperó el poder adquisitivo en 16.27%, la cifra más alta para un periodo similar en las últimas siete administraciones. Sin embargo, para Violeta Rodríguez del Villar, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, el problema es que desde la década de los 80 el gran atractivo de México para atraer inversiones es ofrecer mano de obra barata, lo que ha generado el deterioro del poder adquisitivo. Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) de febrero de 2017, ubicaron en 11 mil 146 pesos –poco más de 3.5 salarios mínimos- el ingreso mensual para cubrir las necesidades básicas de una familia integrada por cuatro personas en zona urbana, y estableció que las familias que se encuentren por debajo de este monto de ingreso se pude considerar que están en situación de pobreza. De acuerdo con la institución, el costo de la canasta alimentaria (línea de bienestar mínimo) asciende a mil 371.66 pesos mensual por persona e incluye carnes de cerdo, procesadas y de pollo, pescados frescos, leche y sus derivados, quesos, huevos, aceites, tubérculos, verduras y legumbres frescas, leguminosas, frutas, azúcares y mieles, alimentos preparados para consumir en casa y bebidas no alcohólicas. El cálculo de la canasta básica no alimentaria fue de mil 414.79 pesos por cada miembro de familia, que incluye los gastos por transporte público, productos de limpieza para la casa, cristalería, blancos, utensilios y enseres domésticos, cuidados personales, vestimenta, calzado y accesorios, educación, cultura, recreación y esparcimiento, atención a la salud, comunicaciones y servicios para vehículos, vivienda y su mantenimiento.
POBREZA.- Aunque la percepción mínima mensual de un trabajador será de tres mil 80.40 pesos y en el supuesto de que el costo de las canastas básicas alimentaria y no alimentaria no hubieran registrado incremento desde inicios de 2017, el salario actual no es suficiente para que una familia alcance el nivel mínimo de bienestar y la tendencia, más bien, es que la pobreza avance.
DESEMPLEO.- Con el despido de empleados de confianza de las dependencias del gobierno federal, calculada en 270 mil, el trabajo informal que hoy ocupa a 60%de la fuerza de trabajo sin salario fijo ni prestaciones ni seguridad social, tenderá a incrementarse notablemente, convirtiéndose en el atenuante del desempleo que podría hacer crisis en este primer año del nuevo gobierno.
PRESTACIONES.- Y ya que se aborda el tema salarial, hay que mencionar que el presidente Andrés Manuel López Obrador no ganará 108 mil 656 pesos, sino 138 mil 587.5, de acuerdo al Presupuesto de Egresos 2019. Resulta que los diputados aprobaron que al monto específico del salario que él se fijó, se le sumaran 29 mil 931 pesos en prestaciones diversas.
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