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Rafael Cienfuegos Calderón
Prometer no cuesta nada ni empobrece.
Es táctica de campaña de políticos y gobernantes que reiteran, inclusive, cuando ya ejercen el poder o un cargo de elección popular. La promesa, aunque tenga propósitos ocultos, busca ganar la confianza de los votantes y el apoyo a las políticas públicas y acciones que se emprenden.
Al asumir el cargo de Presidenta, Claudia Sheinbaum prometió en su mensaje a la nación que gobernará para todas y todos los mexicanos -¿incluidos los 60 millones que apoyaron a la oposición y los que se abstuvieron de sufragar o solo los 35 millones 900 mil que la llevaron al triunfo?
El cumplimiento de esa promesa está por verse. En México es tradición que los gobernantes dejan cada seis años un rosario de promesas incumplidas.
Lo anterior viene a cuento por la reunión que sostuvo la presidenta de la continuidad con cambio, con empresarios nacionales y extranjeros (15-10-2024) a los que hizo muchas promesas.
Prometió que el gobierno otorgará certeza, certidumbre y seguridad para las inversiones, que la reforma al Poder Judicial no busca convertir al Ejecutivo en el Poder de los Poderes –aunque tiene cooptado al Legislativo-, que no va a controlar a los jueces que sean electos, y que habrá equilibrio y garantía plena del Estado de derecho.
Además, que antes de que concluya el año estará listo un nuevo Plan Nacional de Energía, en el que promete un panorama favorable para Pemex, la CFE y la iniciativa privada.
En correspondencia, los empresarios mexicanos y norteamericanos prometieron a la Presidenta realizar inversiones por 20 mil millones de dólares en 2025 o hasta 30 mil millones.
A decir de Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y de Suzanne P Clark, presidenta de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, el ofrecimiento -promesa- del gobierno de México de dar certidumbre a la inversión y el cumplimiento de las reglas del acuerdo comercial T-MEC, fueron los temas de mayor relevancia en el US Mexico CEO Dialogue (El Financiero, 16-10-2024).
“Debemos ser francos sobre nuestros desafíos. Es imperativo que las tres partes del T-MEC cumplan con sus obligaciones; es lo que la Cámara pidió a nuestro gobierno que haga” (Francisco Cervantes).
Para Suzanne P Clark las recientes reformas constitucionales en México han agregado incertidumbre a los inversionistas, (pero) aplaudimos la prioridad que la presidenta Sheinbaum ha dado a la tranquilidad de la comunidad empresarial internacional de que sus inversiones estarán seguras.
En el encuentro, cuyo resultado fue para el gobierno un “éxito”, lo que ocurrió en realidad precisó Enrique Quintana (El Financiero, 16-10-2024), fue una ratificación de las inversiones que desde el año pasado están en curso en importantes proyectos, no se trató del anuncio de nuevas inversiones.
Tras las promesas hechas de ida y vuelta, la presidenta y los empresarios quedaron conformes.