ATISBOS: Usuarios del Metro sospechosos de “sabotaje”

Ante la sospecha de que existe sabotaje en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro dado que en sus instalaciones se han presentado una serie de accidentes “fuera de lo normal”, Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de Ciudad de México, solicitó a su mentor político, el presidente del cambio, la vigilancia de guardias nacionales en las estaciones de las 12 líneas ya que (ha de creer) entre los más de cinco millones de pasajeros que diariamente lo usan podría estar el o los responsables. Resulta de risa loca, pero más que nada irresponsable, la ligera respuesta con que la más favorecida corcholata presidenciable se lava las manos ante el accidente que ocurrió el 7 de enero en la línea 3 en el que una joven perdió la vida y 59 usuarios sufrieron lesiones. Por qué irresponsable y ligera, porque se trató de un choque de trenes en el que hay que considerar un error humano, fallas mecánicas del tren o que como acusa Fernando Espino, representante sindical de los trabajadores del Metro, fallaron la señalización y el sistema de comunicaciones Tetra, y se quemaron cables que dejaron sin luz un tramo de 500 metros del túnel. ¿Qué tendría que hacer un usuario para sabotear el funcionamiento de alguno de los trenes o de las instalaciones que amerite la presencia de la Guardia Nacional siendo que a lo más que puede llegar es a los andenes de las estaciones, recorrer los tramos de transbordo o caminar por algún túnel oscuro cuando ocurre un incidente entre estación y estación y es desalojado? Pero lo inentendible es que el presidente promotor de la transformación haya accedido a desplegar a seis mil 60 guardias para que se suman  a las labores de vigilancia de los elementos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) y los cinco mil 853 de la Auxiliar de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) toda vez que ello no incidirá en la no ocurrencia de más accidentes en un sistema de transporte viejo (53 años), en mal estado, sobreusado y falto de mantenimiento en trenes e instalaciones. Aun así, dijo en la mañanera del día 13 que su gobierno asumirá la responsabilidad de “militarizar” el Metro y aseguró que su responsabilidad es garantizar la seguridad de los usuarios “y lo que queremos es que no haya psicosis”. Si se quisiera realmente investigar a fondo las causas de los incidentes y accidentes que han ocurrido y que para Sheinbaum son “fuera de lo normal”, se tendría que ir a las entrañas del Sistema de Transporte Colectivo para saber cómo operan directivos, jefes de estación, responsables de talleres y operadores de trenes, entre muchos otros trabajadores. Pero no. Se opta por la salida fácil de sospechar de los usuarios que por tiempo indefinido serán vigilados, videograbados y fotografiados en el interior de las instalaciones por guardias nacionales que son distraídos de sus tareas asignadas de seguridad pública en estados altamente violentos que demandan su presencia como Michoacán, Zacatecas, Guanajuato, Jalisco, Veracruz, Sinaloa o Chihuahua. Y, sospechosamente, por la tarde de aquel día 13 la Fiscalía de la ciudad dio a conocer a través de su cuenta de Twitter que tiene bajo investigación a una mujer de nombre Viviana “N” detenida por elementos de la Policía Auxiliar en la estación Centro Médico del Metro por arrojar a las vías un aspa plástica de lavadora, lo que implica probable delito de ataque a las vías de comunicación. Por este acto, se realizó un corte de energía eléctrica para retirar el objeto y corroborar que no existiera riesgo para los usuarios y posteriormente el servicio se reanudó. La falta de mantenimiento a instalaciones y trenes obedece según el sindicato del Metro a la carencia de una partida presupuestal estimada en tres mil 500 millones de pesos.