Rafael Cienfuegos Calderón
¿Cómo conseguirá Arturo Zaldívar, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), extitular del Poder Judicial de la Federación (PJF) y miembro del equipo de la candidata presidencial del gobierno, librarse de la acusación fundada de que fue servil con el actual presidente a partir de 2018?
¿Indignándose? ¿Acusando persecución política? ¿Denunciando que lo atacan para dañar al Presidente? ¿Amenazando con juicio político a Norma Piña, ministra presidenta de la SCJN? ¿Con el manto protector del presidente, la candidata oficial, dirigentes, diputados y senadores del partido oficial?
La realidad es que no tiene como.
Zaldívar niega la denuncia anónima que recibió la Corte en su contra y excolaboradores sobre que existió un modus operandi durante su gestión como titular del Poder Judicial de la Federación (PJF) para presionar a jueces y magistrados y favorecer al gobierno con resoluciones que no frenaran sus proyectos estratégicos -Tren Maya y demás- y alterar litigios para obtener beneficios económicos o políticos.
Puede insistir en que son calumnias. Empero sus dichos se topan con una declaración del presidente del que fue lacayo, que lo balconea.
Es su palabra contra la de él.
En la mañanera (21-02-2024) el presidente del cambio expresó que intervino en decisiones del Poder Judicial cuando Arturo Zaldívar fue ministro presidente de la Suprema Corte.
Cuando había un asunto (como la liberación de Emilio Lozoya) “nosotros respetuosamente interveníamos”. Se hablaba con Zaldívar de casos como este y “el presidente del tribunal supremo del país, respetando las autonomías, pero pensando en los intereses generales, en justicia y en proteger a los ciudadanos, hablaba con los jueces para advertirlos de malas averiguaciones realizadas por el Ministerio Público”.
No obstante esa revelación, el actual presidente protege y defiende a Zaldívar: “tiene todo nuestro apoyo, nuestro respaldo, nuestra confianza. Yo lo considero un abogado integro, un exmiembro del Poder Judicial que actuó con rectitud”.
Dice Carlos Marín (Milenio, 17-04-2024) que pese a ser experimentado abogado, Zaldívar hace como que ignora lo que bien sabe: que en la actuación de Piña no aplican las causales de ley que justificarían el juicio político que demanda.
Y en opinión de Joaquín López-Dóriga (Milenio) el ex ministro corre el riesgo de convertirse en lastre en la campaña de Clara.
Pero la candidata confirmó que lo mantendrá –es el encargado de la reforma que pretende al Poder Judicial- porque el tema de fondo es “el uso político” que le ha dado la presidenta de la Corte, Norma Piña, a la denuncia.
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