Es ocioso recurrir al polígrafo para identificar a mentirosos en política. La mayoría ciudadana percibe y comprueba quienes pretenden engañar a diario mediante discursos inútiles o spots pagados sobre cuanto sucede en México.
A la insistencia de «lo peor ya pasó» o la economía va «en franca mejoría», el gobierno sólo recibe reproches porque cada jefe de familia o ama de casa padece la carestía de la vida, desempleo y carga brutal de impuestos.
Cargas fiscales lastiman profundamente al pueblo y esta vez fueron elevadas a límites intolerables por el acuerdo que el 30 de octubre pasado firmaron en el despacho del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, los dirigentes del PAN y PRI, César Nava y Beatriz Paredes, respectivamente.
Se dispone de abundante información y testimonios sobre el pacto para la aprobación íntegra del paquete fiscal, a cambio de que en el Estado de México no hagan alianza PAN-PRD durante el proceso electoral del año próximo.
El gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, reveló la existencia de ese convenio, pero la priísta Paredes se empeñó en negar lo pactado. La líder tricolor subió a la tribuna de San Lázaro a hablar de «civilidad política» y argüir que no hubo negociación de impuestos a cambio de alianzas.
César Nava mostró el documento firmado, refutó a Paredes y retó al gobernador Peña Nieto a un debate público sobre el tema, lo cual rechazó el mandatario mexiquense porque –dijo– ello «polariza las fuerzas políticas».
En ese debate surgió la propuesta del polígrafo para comprobar quién miente entre Paredes y Nava. Ambos aceptaron someterse a esa prueba, a sabiendas que ese espectáculo no sucederá jamás.
Estupideces aparte, lo irrefutable es que el pacto fue firmado por los actores mencionados y la priísta Paredes incurrió en un segundo error al negarlo. Se exhibió y arrastró a quienes coordina.
La consecuencia de ese convenio la padecemos todos debido a los elevados impuestos. La gasolina Magna cuesta más de ocho pesos el litro, el azúcar morena se compra a más de 20.00 pesos. En esta proporción se encarece todo.
Por telefonía tradicional, celulares y televisión de paga es cobrado un doble impuesto: Sobre el 3% de incremento se aplica 16% de IVA. Esto lo propició Beatriz Paredes, así como las alianzas contra el PRI. Y ahora pretende lavarse las manos y la cara.
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