Era la media noche y empezaba la madrugada y miles de ciudadanos fueron a la plaza pública de Guadalajara. Acudieron o los llevaron. A sumarse con el candidato a Presidente de México, Enrique Peña Nieto, del PRI. Arrancó en un estado que gobierna el PAN, donde días ante tuvo un resbalón, con “los libros”. De ese mitin público pasó a otros, con empresarios. Ahí, en la Perla Tapatía reunió con miles de mujeres. Encuentros festivos y de compromisos firmados. De ahí a Chiapas. A San Juan Chamula, al encuentro con miles de indígenas. Luego a Chihuahua, de frontera a frontera. Firmando compromisos públicos contra la pobreza, por el empleo y educación. Y la temeridad, el arribo a Ciudad Juárez, donde hay violencia demencial y sanguinaria. Fue otro mitin masivo. Se comprometió a devolver la paz. Y es una referencia al estilo de ser Peña Nieto.
¿Y los otros qué hacen? También buscan el voto ciudadano. Seguimos el orden de las encuestas. Josefina Vázquez Mota está en segundo lugar, 20 puntos abajo del priísta. Abrió a media noche, con unos 500 invitados en la oficina de campaña. Luego desayunó con inquilinos de un departamento donde vivió. Por la tarde fue a un mitin en Teziutlán, Puebla, pueblo originario de su familia. Y sus actos públicos se encadenan con incidentes, como el desmayo. Se dice que le falla el equipo de logística. Ha caído en la tentación de agregar, a sus discursos, alusiones de descalificación al candidato del PRI. Dice: “Yo cumplo mi palabra no necesito firmar” o “enseñar a leer a los niños para que sepan de libros” y refiere el dislate de Peña Nieto, al igual que la dedicatoria de tesis a Arturo Montiel.
Y Andrés Manuel sigue la ruta de Josefina. En las encuestas está a 8 puntos abajo de ella y muy atrás de Enrique. Su arranque de campaña fue a las 7 de la mañana con conferencia ante periodistas. Y se fue a su pueblo, Maxcuspana, Tabasco, a un mitin con los suyos. Repitió la costumbre de conferencia mañanera. Va recorriendo el país. Con mítines de menor asistencia o acarreo de gente. Su discurso es amoroso, pero no con todos. A Josefina lamenta sus mareos y dice que puede ocurrirle a todos. Insiste en que él no está enfermo. A Peña Nieto lo tiene de encargo, señalándolo de “producto chatarra” de “copetudo o de telenovela”. Y dice que no sirve para gobernar. Recientemente lo acusó de que le roba sus ideas. Y la mayor queja es que “gasta demasiado”.
Respuestas hay para AMLO. Luis Videgaray, el coordinador de la campaña peñista, declaró que es la postura adelantada de lo que hará después de la elección, es la actitud del que se sabe que va a perder. Y a Enrique le interrogaron sobre la queja de plagio y respondió: “En los problemas nacionales hay puntos de vista parecidos, «pero lo hacen diferentes en el cómo se atenderá». Remató en los asuntos del país no hay propiedad”.
Gabriel Quadri, del PANAL, partió de cero y como el poema hace camino al andar.
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