Luis Enrique Velazco
LOS PURITANOS NO DECEPCIONA A NADIE, PERO SÍ SUBYUGA Y ENAMORA A TODOS
Después de 36 años, el Instituto Nacional de Bellas Artes vuelve a programar Los puritanos, la ópera cumbre del italiano Vincenzo Bellini. Esta pieza está basada en el drama Têtes rondes et cavaliers, de Jacques-François Ancelot y Joseph Xavier Boniface que lo firmó con el nombre de Saintine. El libreto fue realizado por el conde, poeta y político Carlo Pepoli. Se trata de una ópera romántica, con presencia de brumosos y castillos escoceses. La historia se desarrolla en un momento histórico importante, cuando Cromwell, líder militar inglés, derroca y lleva al patíbulo a Carlos I, el último rey de la dinastía Estuardo, de modo que sus partidarios, los puritanos, quienes practicaban el protestantismo llevado al límite, persiguen a la reina Enriqueta de Francia y a su hijo, Carlos II. En este contexto se desarrolla de manera paralela la historia de amor de Elvira y Arturo. La acción se desarrolla durante la Guerra Civil Inglesa, mediados del siglo XVII. Elvira y Arturo se profesan un amor profundo, desafortunadamente son dos jóvenes que pertenecen a bandos contrarios. Ella es hija de Gualterio, parlamentarista seguidor de las ideas del puritano Oliver Cromwell. Él es partidario de la monarquía de los Estuardo. Cualquier relación entre ellos puede ser fatal y todo augura que concretar su amor, será una labor imposible. Una serie de dramáticas y confusas situaciones, la rivalidad política y un arranque de locura de la protagonista, están punto de distanciar a la pareja, sin embargo, finalmente el amor vencerá. Esta la décima y última ópera de Vincenzo Bellini, quien murió en 1835, 6 meses después de que se estrenara esta obra elegante y melancólica, de capacidades muy demandantes para sus intérpretes.
Bajo la dirección concertadora de Srba Dinic y escénica de Ragnar Conde (quien así debuta en la dirección de ópera), Los puritanos solamente alcanzó 5 fechas en el Palacio de Bellas Artes. La del 31 de mayo es la última. Así que no asistió, lo invitamos a comprar sus boletos para no perdérsela, porque sabrá Dios cuando la vuelven a reponer. Esta última velada dará comienzo a las 20 horas y se espera que termine a las 23. El elenco de esta nueva producción está integrado por Javier Camarena, quien alternará en el papel de Lord Arturo Talbot con el italiano Alessandro Luciano (24 y 31 de mayo); Leticia de Altamirano, como Elvira; Armando Piña, en el rol de Sir Riccardo Forth, y Rosendo Flores, quien encarnará a Sir Giorgio Valton. Isabel Stüber Malagamba (becaria del Estudio de Ópera de Bellas Artes) dará vida a Enrichetta de Francia, Enrique Guzmán (también becario del Estudio de Ópera de Bellas Artes) y Edgar Gutiérrez (22 y 26 de mayo) alternarán en el papel de Sir Bruno Robertson y el experimentado José Luis Reynoso interpretará a Lord Gualtiero Valton. La música estará a cargo de la Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes, con Christian Gohmer como director huésped del Coro. El equipo creativo lo complementan Luis Manuel Aguilar, en el diseño de escenografía; Brisa Alonso, en el de vestuario; Carlos Arce, en el de iluminación; Gabriel Ancira, en el de maquillaje y peluquería, y Oscar Altamirano, en el de utilería.
Mención especial merece la participación de Javier Camarena, ahora uno de los más destacados en el bello canto. Surgió para el mundo, aquí en el Palacio de Bellas Artes; aquí ganó el Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli y debutó cantando el papel deTonio en La hija del regimiento de Gaetano Donizetti, en 2004. Ahora está inscrito en la historia de la ópera universal con logros obtenidos en sus presentaciones en el Met de Nueva York y en Europa. El escenario será el originalmente planeado en el libreto de Pepoli. Se tuvo cuidado muy particular en el vestuario y la escenografía, con un alto nivel de detalles que pocas veces se puede observar. El equipo de producción hizo un gran esfuerzo para no perder la majestuosidad y el realismo de la Escocia del siglo XVII. Por lo tanto, esta ópera es muy complicada, como cualquiera del periodo decadentista, ya que su centro principal radica en la voz y la música. Sin embargo, en este montaje se procuró darle un mayor desarrollo no solamente a la historia, sino también al contexto de la época en la cual se desarrolla. Esta es historia verita de aquel entonces y también de hoy, las la historia marca un contraste entre ricos y pobres, en un cambio de gobierno muy importante con problemas religiosos. En medio de estos conflictos trasciende un amor, pero la situación del pueblo no mejora en lo absoluto.
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