POR: Rafael Cienfuegos Calderón
Nadie escapa a los efectos de la contaminación atmosférica porque representa una amenaza constante a la salud, el bienestar y la calidad de vida. Está asociada a riesgos cardiovasculares, pulmonares, neurológicos (como trastornos del sueño y convulsiones) y embrionarios (disminución de la concentración de espermatozoides, alteraciones en la formación y la calidad del óvulo).
Lo anterior fue expuesto en la presentación del libro “Efectos de la contaminación atmosférica en la salud”, elaborado por expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y 13 instituciones.
El coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud, Samuel Ponce de León Rosales mencionó que en los últimos 50 años la Ciudad de México pasó de ser una urbe transparente a una megalópolis con una atmósfera cargada de contaminantes, cuyos efectos “apenas vamos reconociendo, pero sabemos que son graves”.
En lo anterior coincidió la directora del Centro de Ciencias de la Atmósfera, Telma Castro Romero, al exponer que aunque en las dos últimas décadas se han tomado acciones para resolver el problema, aún son insuficientes.
Informó que de acuerdo a programas para mejorar la calidad del aire, si se aplican medidas de mitigación se podrían prevenir dos mil muertes al año, y que aunque la información con la que hasta ahora se cuenta está relacionada con la Ciudad de México, el de la contaminación es un problema fuerte en otras urbes del país, en las que se requiere impulsar investigación.
El director del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), Jorge Salas Hernández, indicó que el libro es una lectura indispensable para comprender este tema de salud pública mundial porque nadie escapa a los efectos de la contaminación atmosférica.
Por ejemplo, la exposición prenatal aumenta el riesgo en el feto de múltiples alteraciones: neurológicas y respiratorias, y compromete el desarrollo pulmonar. A estos efectos hay que agregar los daños en la piel y en los ojos (como síndrome de ojo seco).
Destacó el reporte de la Sociedad Americana de Químicos incluido en el libro, respecto de que los seres humanos hemos producido 126 millones de sustancias químicas diferentes y en la actualidad se podría estar aislando una sustancia nueva cada 2.6 segundos. Y se preguntó: ¿Podemos concebir lo que esto significa y el impacto que tiene?
William Lee, coordinador de la Investigación Científica, dio a conocer que el libro “Efectos de la contaminación atmosférica en la salud” es ejemplo del trabajo multidisciplinario y confió en que sirva para establecer las políticas públicas necesarias para hacer, nuevamente, de la zona metropolitana, una región transparente.
En el texto participaron expertos de las facultades de Ciencias y Medicina y de las direcciones Generales de Atención a la Comunidad y del Deporte Universitario de la UNAM; del Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad en el Sureste, y de los institutos nacionales de Nutrición, Cardiología, Enfermedades Respiratorias y Perinatología, entre otros.
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