Derechos humanos es la credencial mostrada, a veces la espada esgrimida, en el acto de investigación o aprehensión de asesinos demenciales que matan con saña y desprecio humano. ¿Quiénes son? Son los narcos, los jefes de bandas, los Beltrán, Chapo, “JJ”, la Barbie. Jefes de bandas del crimen, que han llenado de terror al país, con sus matanzas, han sembrado el horror por sanguinarios, en decapitaciones o calcinados. Es la demencia plena.
Y los medios de comunicación, paralelo a órganos de derechos humanos destacan y delatan violaciones de derechos humanos en familias, dejan en nivel menor el sometimiento de un criminal sanguinario, como Oscar García Montoya, “La mano con ojos”, que fríamente, narra que ha matado 600 personas, muchas fueron decapitadas con sus manos. Sujetos como él han sembrado el pavor en el país, en las carreteras, en las calles.
La paz se ha perdido. El caso Oscar, “manos con ojos”, muestra la confusión en los medios de comunicación y en órganos de derechos humanos, la misma CDHDF. La Procuraduría de justicia mexiquense, a cargo de Alfredo Castillo, culminó la investigación con la aprehensión del “manos con ojos”. Se agredió a familias. Debe castigarse. Pero no ser campaña que suplante con derechos humanos la historia y proceso judicial del terrorista sanguinario. Pareciera que su obsesión mayor es encarcelar a los policías abusivos y olvidan el crimen mayor. Los mexicanos demandan el regreso de la paz nacional.
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