Ante el planteamiento, a nombre de muchos, de Javier Sicilia, de cambio de estrategia y precisar que no se pide dejar de combatir al crimen organizado y convocar al Presidente Felipe Calderón, que como Jefe del Estado pidiera perdón a los miles de víctimas inocentes; el mandatario admitió pedir perdón a nombre del Estado por no proteger la vida y evitar la muerte de víctimas; pero no dejará de combatir a la delincuencia que es quien mata.
El encuentro fue en el Castillo de Chapultepec. Tras un duro discurso de reclamo, el mandatario respondió que prefiere ser juzgado por actuar. A lo señalado por uno de los oradores que puede ser recordado por los más de 40 mil muertos, Calderón lamentó que eso ocurra, cuando ha hecho grandes cosas como carreteras o en el Medio Ambiente. Duró más de 3 horas y fueron varios los que narraron el dolor por sus muertos y también cientos de desaparecidos. Se convino una segunda reunión en tres meses. Felipe Calderón mostró preparación y su discurso se fincó en la apología de su campaña de combate a las bandas delictivas o de lo contrario se apoderarán del país.
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