Opinión

El Buzón

* Periodistas piden ayuda al gobernador Eruviel
* Jorge Alfonso Delgadillo, como el tío Lolo

Dos noticias recibió casi al mismo tiempo el periodista mexiquense, con residencia en el municipio de Nezahualcóyotl, Carlos Miguel Díaz Nuño. Una buena y la otra mala.

La primera corrió a cargo de la Secretaría de Educación Pública, la cual le notificó que fue aprobado para obtener su título como licenciado en periodismo a través del proceso de saberes adquiridos.

La segunda y, que le empañó la alegría,  le fue dada por médicos particulares, quienes le informaron que tiene un tumor en la cabeza y  que requiere con urgencia de atención especializada.

Periodista regional por décadas, sin goce de ningún tipo de prestación, como las decenas de comunicadores desamparados que hay en el Estado de México, buscó ayuda en sus compañeros aglutinados en la asociación de “Periodistas Unidos por el Glifo de la Palabra”, con sede en el oriente mexiquense y, a su vez miembro del Club Primera Plana.

Fue así como tocaron las puertas del gobierno del Estado de México, para que una vez cubiertos los trámites necesarios, fuera canalizado a una instancia de salud estatal.

En Comunicación Social del gobierno estatal, la respuesta fue contundente, que nada se podía hacer nada porque la administración que preside el gobernador Eruviel Ávila, no tiene dinero, y en materia de salud está fuera de su jurisdicción.

“Se lavaron las manos, no tienen sensibilidad”, advirtieron los comunicadores, quienes indicaron que ante la falta de atención médica en la entidad, Díaz Nuño, quien prácticamente perdió el habla, fue llevado por sus familiares a la zona de hospitales en el DF, donde es atendido.

Por la precariedad económica en que se encuentra, y lo caro que le resulta el traslado para su atención, periodistas organizados de diversos puntos de la entidad, y pidieron la intervención del gobernador Eruviel Ávila.

La ayuda, precisaron, nada tiene que ver con dinero, consiste en que Díaz Nuño sea canalizado a una instancia de salud estatal especializada para su tratamiento. El asunto ahora está en manos del gobernador.

Sólo cuatro horas “trabajan” en el  Registro Civil de Huixquilucan, en el turno del Juez Jorge Alfonso Delgadillo.  La prepotencia de los empleados está en su máximo esplendor, de manera que si no están de humor ni en ese lapso atienden.

Tramitar copia certificada de un acta de matrimonio o de nacimiento, es un calvario, sólo se puede hacer de 9 a 13 horas, el resto del tiempo literalmente hacen lo que quieren, como es comer y beber en medio de pilas de documentos. Es una orden del juez, refieren retadores los empleados.

Obtener un acta de defunción es un triunfo, cuando se logra resulta que está mal hecha, lejos de corregir el error, los afectados son enviados al municipio de Lerma para enmendar el desacierto. Impera el desorden y la ineptitud encabezada por Jorge Alfonso Delgadillo.

Comentarios Cerrados

Los comentarios están cerrados. No podrás dejar un comentario en esta entrada.