Opinión

El Buzón

* Mancera, a 18 meses de gestión, lo reprueban

Diversos problemas han metido en apuros al jefe de Gobierno del DF (GDF), Miguel Ángel Mancera, a lo largo de 18 meses que lleva de administración.

Difícilmente ha salido bien librado. Más bien su gobierno lo ha tratado de atenuar, sin embargo, los resultados no han convencido a la población. De ahí que su nivel de aceptación, del 39 por ciento hasta abril pasado, siga en descenso.

Uno de los más recientes es el conflicto por el agua, en San Bartolo Ameyalco, en Álvaro Obregón. El enfrentamiento entre policías y pobladores no gustó a nadie y menos a los uniformados, a quienes mandaron como carne de cañón. El problema está latente.

Otro más, la insufrible Línea 12 del Metro. Su gobierno decidió suspender el servicio en 11 estaciones por fallas que supuestamente ponían en riesgo a los usuarios. Tan grave es el daño y peligro que hasta ahora no hay culpables. Simples declaraciones.

Lo cierto es que la determinación de Mancera de dar el servicio a medias, le cuesta a los contribuyentes, todos los días un millón de pesos. Cantidad que paga el Metro por el servicio que dan los 300 camiones de RTP para cubrir la ruta donde el servicio está suspendido.

Para los usuarios del Estado de México y DF es un verdadero calvario, viajan apiñados y, además, el tránsito es lento, casi cuatro horas de recorrido. Eso genera malestar en su contra.

Los problemas para Mancera no terminan, además, está el asunto de la prohibición de animales en circos del DF. Los afectados le cuelgan el milagrito, el cual crece y deteriora su imagen.

Total que a 18 meses, el nivel de aceptación de su gobierno, sigue en picada. En abril pasado estaba apenas en 39 por ciento. No ha subido, lo que han crecido son las protestas, como la de la activista que, cartulina en mano, lo increpó en las instalaciones de Derechos Humanos del DF.

Hechos que se repetirán conforme se acerquen los comicios en el DF, tiempos en los que será golpeado por el PRD y por PRI que aplauden sus errores.

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Los movimientos políticos en el Estado de México están en su apogeo, en menos de una semana se aprobó en el Congreso local la reelección de diputados y alcaldes.

Se anunció la renuncia de Raúl Domínguez, a la dirigencia estatal del PRI, cartera que se prevé asuma el ex alcalde de Huixquilucan, Carlos Iriarte, quien el miércoles pasado pidió licencia definitiva.

Todo se encamina a las elecciones del 2015, cuando el PRI buscará no sólo retener las 92 alcaldías que gobierna, sino arrebatarle al PAN y PRD lo más que se pueda.

Otro cambio más se dio en el gabinete de Eruviel Ávila. Uno de sus cercanos colaboradores, Ismael Ordóñez, dejó la Secretaría del Transporte, lo suplió el ex líder del PRI estatal y cercano al grupo del Presidente Enrique Peña.

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