Resulta que el gobierno es el que mueve la economía. La obra pública la hace y debe hacer el gobierno. Es el primer y principal detonador de inversión, de producción, de empleo. Es el gestor natural de mejores y accesibles alimentos. Es repartidor de servicios sociales. La llamada Cruzada contra el Hambre tiene como el mejor camino la inversión pública. Desde presas, aeropuertos, hospitales, escuelas, centros deportivos. Y mucho más. Su macro cuenta de reservas en dólares, sirve; pero no para comer.
Por el Gobierno de Enrique Peña Nieto el depositario de la riqueza, de los multimillonarios ahorros, es Luis Videgaray. Es el mero de Hacienda. Connotado personaje en el entorno de Peña Nieto. Toda esa expectativa sobre Videgaray se diluye. El comentario generalizado en el gobierno es “no han bajado el presupuesto”. No hay una gran obra pública en marcha. No hay nuevo empleo. Las empresas están cayendo en quiebra. No contratan servicios. Congelaron plazas. Alguien debe informar al secretario de Hacienda que ya son cuatro meses y medio en parálisis.
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