El gobierno de Felipe Calderón, proveniente del PAN, ofreció la prosperidad, pero le tocó enfrentar la crisis económica más grande de la historia, con un alto porcentaje de desempleo, con falta de inversión pública y privada; en suma, es el gobierno el que necesita dinero, mucho dinero. Y lo busca de los impuestos; el Poder Legislativo tiene la obligación de atender y ajustar la petición el Gobierno. Eso hizo con los impuestos.
Pero la reacción a partir de la propuesta del gobierno, como columna central es de aumentar impuestos a todo, sobre las espaldas de los cautivos de la clase media, que trabaja y vive con la ilusión de un día vivir mejor. Y, le cargan la mano, en el aumento del ISR, en un 2 por ciento, le cobrarán el 30 por ciento, en lugar del 28. Está el aumento del IVA. Golpes duros; sí; por una mala administración del gobierno. Amanecimos el 21 de octubre, con un linchamiento general a los diputados, todos, absolutamente todos, los noticieros de radio y televisión lo hicieron.
Satanizaron a los legisladores. Rabiosa campaña de la industria de la radio y la televisión, de la telefonía. Y los periodistas, todos los electrónicos, vociferaron. Con garrotazos periodísticos exacerbando la sociedad. Nunca dijeron que son afectados con impuestos a la telefonía, a la televisión de contrato, el Internet. Perversos. Y la izquierda hizo lo mismo; paró el endeudamiento autorizado, de 5 mil millones de pesos, al gobierno del Distrito Federal; deuda que paga el pueblo. Y callados. Sí hay inconformidad y hay exigencia por saber ¿Cómo se gastarán nuestros impuestos? ¿Será en los grandes sueldos del IFE, del IFAI, de legisladores? Hay que parar tanto derroche. Hay tiempo de ajustar en el Senado. Pero basta del linchamiento público.
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