México es motivo de análisis en el extranjero. Y de comentarios. El motivo es el paquete de reformas constitucionales. Y, sin darle rodeos, atrae la reforma energética. La del petróleo y electricidad. Porque la financiera interesa a los mexicanos y la hacendaria corresponde a la administración de empresas. La energética es abrir la caja fuerte del producto más valioso, más caro, más importante, para el mundo empresarial, para la industria internacional, es el petróleo. México removió una legislación arcaica y se colocó en el país más atractivo en inversiones.
Enrique Peña Nieto abrió la expectativa cuando realizó su campaña electoral y proponía cambiar el viejo modelo del manejo, explotación y comercialización de los energéticos. Luego de ganar la Presidencia de México se dio una interrogación. ¿Lo hará?, al cumplir un año de gobierno las reformas son realidad.
China quiere venir a México. Su gobierno hizo seguimiento del cambio. Italia, con su primer ministro, Enrico Letta, al visitar México y reunirse con el mandatario, dijo: “México va a ser uno de los países líderes de este siglo. Tiene un potencial de crecimiento y desarrollo, en los próximos años”. Barack Obama, Presidente de Estados Unidos, felicitó a Peña Nieto por la reformas.
El Presidente de México se consolida como estadista y político de alto calibre y gran eficacia, pues conjuga el trabajo interno, con reformas constitucionales, con reuniones en el extranjero, Como Turquía o Suiza, internamente recibe al de Italia. Y el 19 de febrero, en el estado que gobierna Eruviel Ávila, hay reunión cumbre con Obama, de EEUU y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, es por los 20 años del Tratado de Libre Comercio, el más importante del mundo, entre Canadá, Estados Unidos y México, logrado por Carlos Salinas. El inquieto mexicano atiende y supervisa programas nacionales, como “Contra el hambre” y agenda una visita de Estado con el presidente Raúl Castro, de Cuba. La noticia mayor es que en el foro de Davos, Enrique Peña Nieto, será el orador principal. Crece y crece.
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