Adolfo Montiel Talonia
La luz de una estrella política se agota y se extingue. Ocurre ante el nacimiento de otro liderazgo de la izquierda mexicana. En fase de extinción está André Manuel. La elección para gobernador del estado de México la manipuló, rememorando caso Iztapalapa, que puso a “Juánito”” y luego impuso a Clara Brugada. Así pretendió manipular el proceso mexiquense. Abrió plaza difundiendo falsamente que Delfina Gómez, estaba en primer lugar. Con derroche de dinero y de carteles pensó que sería conocida y aceptada.
Todos declinaran en favor de Delfina, dijo AMLO. Vio que Delfina es perdedora y es desconocida. Los conminó a renunciar, se lo ordenó a la dirigencia nacional y si no aceptaban, los amenazó con desconocerlos y hacer el llamado a los militantes de ambos partidos. Ofensivo como es, vociferó en mítines que los candidatos eran sometidos al Presidente Peña, a la mafia del poder.
Saltó al ring Juan Zepeda, candidato de izquierda, de un partido lánguido el PRD. Sacudidos por López Obrador los dirigentes, entiéndase “chuchos” tenían el PRD en desvanecimiento. Zepeda se abrió camino, tomó la bandera y levantó su imagen. Vino de abajo y superó a josefina, del PAN. Y sostiene que está en segundo lugar.
Ante el embate de AMLO respondió Zepeda. Le dijo que ha divido la izquierda, que habla de la mafia en el poder y se asocia con la maestra Elba Esther. Le dijo arbitrario. De ser un fracasado. Ha perdido dos veces como candidato a la Presidencia de México.
Juan Zepeda es una nueva estrella con luz propia. Ha surgido como un nuevo liderazgo de izquierda, con visión moderna. Ajena al caudillismo.
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