San Agustín, obispo de Hipona, allá por el Siglo IV D.C. decía: “Tú nos has creado para ti mismo y estamos inquietos mientras no hallamos reposo en ti”.
Una frase que revela tanto, porque ya hemos comprendido que efectivamente la vida sólo es vida si está relacionada con Dios.
Si nosotros no lo encontramos, estaremos siempre desorientados e inquietos, siendo esta inquietud lo que ahora se llaman traumas. Verdaderamente para un niño un trauma empieza en su temprana niñez, cuando pierde a su padre.
¿Perdimos en nuestra niñez a Dios? Debemos encontrarlo.
Así como nos preparamos para estudiar una carrera, debemos prepararnos para ahora encontrar a Dios y a su Palabra.
Como en toda búsqueda, examinemos los posibles caminos, meditemos, analicemos y adelante.
Pensemos en nuestra existencia, si nuestros padres simplemente no se hubieran unido, nosotros no estaríamos aquí sino otras personas. Entonces no podemos evadir la propia existencia, estamos aquí ¿por qué no buscar a Dios?
Stanley Jones decía “así como el ojo humano esta creado para ver la luz, así nosotros estamos creados para encontrar a Dios”.
¿Nos crearía Dios para perdernos en la nada? ¿Acaso el padre (el responsable) engendra por un acto de lujuria? ¿No es cierto que cuando se trata de padres conscientes es un impulso de amor?
El padre amoroso engendra un hijo para tener cerca de sí mismo a alguien semejante a él, cuando en el transcurso de la vida va apreciando los mismos hábitos, gustos y sentimientos en su hijo se siente realizado por eso atiende a su crecimiento y desarrollo, por eso busca su preparación para enfrentar los inevitables avatares de la vida. ¿Cómo será la Paternidad divina? ¿Será diferente Dios a un padre terrenal? Él escribió en su Palabra, “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dadivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Si no es así, estaremos perdidos para siempre, si no hay un Dios que nos haya creado para sí, entonces no tenemos esperanza, pero los cristianos creemos que Dios es Amor. Por tanto en su amor como dijo San Pablo “en el vivimos, y nos movemos y somos”.
El amor creador está muy cerca, si nosotros buscamos a Dios, tengamos esta certeza: Él también nos está buscando.
Hay una gran distancia entre nuestra creación y nuestra búsqueda de Dios, pero esa distancia cada día se acorta, escuche sus pasos ¡cómo nos busca incesantemente! Prepare su corazón, si lo encuentra en este momento, tres veces o mil veces diga bienvenido Hacedor de mi alma y de mi corazón.
*Pastor General de la Iglesia Cristiana Interdenominacional, A.R. ser@iciar.org
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