Con los festejos por el Centenario de la Independencia y el Bicentenario de la Revolución que tanto dejaron de ser y que tanto pudieron haber sido, superados pero no olvidados en sus muchas deudas, el país pasa de nueva cuenta a la batalla diaria en medio de una crisis que no acaba de reconocerse y mucho menos de resolverse. Así, la batalla por el presupuesto para el año próximo se mantiene como el eje de la contienda política.
Y Guerrero y el Estado de México, seguidos muy de cerca por Coahuila, se transforman poco a poco, en el terreno en el que la lucha política habrá de marcar, de una u otra manera, el futuro de partidos y aspirantes. Al mismo tiempo, las señales que permiten adivinar algo de tranquilidad en el horizonte político aparecen con lentitud, pero claras. Y la más importante de ellas es la ratificación de parte de la autoridad electoral del triunfo del PRI en las elecciones de gobernador celebradas en Durango. Con esto, se emite un mensaje importante para todos los involucrados en la lisa electoral.
Después de todo, los alegatos parecen tener menos valor que los votos. Y con ello, a querer o no, se detiene un poco el constante deterioro político en el país. En este juego de señales, Andrés Manuel López Obrador lanza también un mensaje que para todos, tiene un significado importante, por más que puede ser diferente según sea quien lo recibe. Cuando el tabasqueño habla de una “desvergüenza” y una “traición” al referirse a la posible alianza del PRD y el PAN en el Estado de México o con miras a los comicios presidenciales del 2012, lo que hace en realidad es simplemente agudizar las contradicciones de sus rivales, lo mismo en el PRD que fuera de su partido.
Marcelo Ebrard
López Obrador sabe que Manuel Camacho poco podrá resistir en la posición de poder que actualmente disfruta como hombre de estrategias en favor de Marcelo Ebrard, sabe que Jesús Ortega no podrá mantener por mucho tiempo más su estrategia de colaboracionismo con el gobierno de Felipe Calderón y sabe que Enrique Peña Nieto tendrá dificultades en las elecciones en su entidad para eligir a su sucesor, alianzas o no alianzas. Así, AMLO provoca el aceleramiento de las decisiones, coloca al perredismo de frente a sus retrocesos y abandono de banderas y fundamentalmente, se autodesigna como el único abanderado de la izquierda con capacidad no sólo para abanderar un movimiento electoral, sino como el verdadero representante del cambio que requiere la República. Por otro lado y siempre en el juego de las señales, las capturas, sin importar la forma en que se hayan logrado, de varios representantes del narcotráfico, sumadas a la muerte de algunos más registradas en las últimas semanas, deja ver que las condiciones de violencia en el territorio nacional podrían registrar una modificación lenta, pero importante al paso de los próximos meses.
Es obvio que, mucho más allá de la labor de “inteligencia” que permitió las capturas y las muertes de varios líderes de los cárteles de la droga, lo que salta a la vista es el hecho de que, se reconozca o no, hay un triunfo interno entre la delincuencia de los grupos más ortodoxos. Y ello en buen romance, establece el afán por retornar a los esquemas de negocio, pero sin la ola de violencia que a todos perjudica… Del mismo modo, no habrá que perder de vista el hecho de que el senador priísta, Manlio Fabio Beltrones dio un paso interesante y por supuesto importante si logra éxito, al presentar su proyecto de Fomento al Primer Empleo.
Los objetivos son simples. Y las metas enormes. Dar impulso a la creación de empleo a los jóvenes y dar soporte fiscal a los empresarios. Si la fórmula funciona, y podría suponerse que así será, el legislador priísta aparecerá con una carta más en las manos rumbo a la decisión de su partido con miras a la elección del 2012… Con respecto a Guerrero, habrá que tener muy en cuenta que en esta elección la batalla es mucho más seria de lo que se quiere reconocer. La alianza que ha postulado a un expriísta aliado político de Enrique Peña Nieto, podría no haber calculado bien las cosas. Y la derrota, si se presenta, podría resultar mucho más dolorosa de lo que se podría suponer en un principio.
Y finalmente, en lo que a Coahuila se refiere, no debe olvidarse que el gobierno de esta entidad ha sido uno de los más críticos sobre el accionar del gobierno, uno de los que poco ha tolerado la intromisión federal y uno de los más importantes promotores de la disminución en el IVA, todo lo cual se ha transformado en un malestar creciente en Los Pinos, desde donde se busca con ansiedad, la fórmula adecuada para alcanzar un triunfo en las urnas que revitalice no sólo a los panistas, sino al gobierno federal y deje ver que, a pesar de todo, existe peso para vencer como sea, a los rivales.
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