Institución… acción y efecto de instituir. Instituir, verbo. Verbo: “concepto que denota acción, pasión, casi siempre con expresión de tiempo y de persona”, entrecomillado porque así es como lo recuerdo de mis lecciones de la escuela primaria. En los textos que escribo, que publico, acudo a mi memoria. A lo vivido, a lo aprendido en el salón de clases, en el diálogo con personas de cualquier condición social, de quienes tanto obtengo. A lo que adquiero en las lecturas, en foros de análisis y discusión realizados en cualquier lugar y por cualquier medio.
Mucho recibo de las Cámaras de Diputados y de Senadores por sus trabajos de sesiones de pleno y de comisiones. Por las publicaciones de sus centros de investigación, por las consultas públicas y conferencias que organiza, por el Canal del Congreso (pronto estará disponible en el sistema abierto de televisión). Información relativa está al alcance de estudiantes, de analistas, de personas interesadas en el trabajo legislativo, en la página de internet de los diputados y diputadas diputados.gob.mx. El Senado tiene la propia, senado.gob.mx. En fin…
Don Adolfo Ruiz Cortines, veracruzano, primer presidente postulado por el PRI en estricto sentido (los anteriores, a partir de Pascual Ortiz Rubio, lo fueron por el PNR y el PRM), instituyó el derecho de las mujeres a votar. Hoy parece insólito que un derecho que pudiera parecer del ámbito de lo natural, haya sido promulgado hasta 1953. Sin embargo “culpa es de los tiempos y no de España”. Reconózcase, la lucha por la equidad de género ha alcanzado sus mejores logros a partir del siglo pasado.
El Instituto Federal Electoral, que entre una de sus distinciones posee la de difundir promocionales de la peor hechura tuvo un anuncio en el cual presenta a una abuela en diálogo con su nieta. Aquella comenta que antes de su generación las mujeres no votaban, mucho menos eran votadas. Responde la nieta, palabras más palabras menos: “pero qué injusto, si todos somos iguales…” A los perpetradores del promocional se les olvidó decir: todos y todas; tratamiento fundamental en estos tiempos de chiquillos y de chiquillas, de zapatos y de zapatas, de albañiles y de albañilas, de colimenses y señoras de Colima.
La institución del derecho a votar y ser votado en México marcó un hito en la historia política de nuestro país. Hoy las mujeres continúan en la lucha por una plena equidad de género, por alcanzar los mismos derechos que los varones en todos los ámbitos de la vida política, social y económica. Es asunto que debe resolverse ya, en el marco del derecho sí, pero más en el desarrollo de la vida cotidiana. Habrá cuantas normas se quiera, pero mientras esto no se convierta en práctica cultural habitual, estaremos ante un marco legal fallido. El problema de la discriminación de género lo encontramos un día sí y otro también desde la familia misma. Pareciera que hay personas que aún no asumen su condición de hijos de madre.
Bien, en recuerdo de don Adolfo Ruiz Cortines, priísta emblemático, quien promulgó el derecho fundamental de la mujer al voto, hágase cuanto sea necesario para resolver de una vez y para siempre, la inequidad de género, aún presente en espacios de la vida pública y privada de México.
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