Hace dos días muchos celebraron el “Día del amor y la amistad” y lo hicieron de diversas formas. ¿Sabías que Dios nos hace patente su amor todos los días? Medita en estas evidencias del amor de Dios para tu vida. Primero. La creación. A través de todos los elementos existentes es posible la vida del hombre sobre la faz de la tierra. Dice la Biblia que el amor, poder y deidad del Señor se hacen claramente visibles a través de todas las cosas creadas, de tal manera que no hay excusa para ignorar su existencia o menospreciar su amor. Usar y disfrutar de todo cuanto existe es participar de su amor. No obstante ello, hay muchos que no lo reconocen. ¿Eres tú alguno de ellos?
Segundo. La Palabra escrita. La Biblia, revelación escrita de Dios, nos muestra quién es Él, cómo es Él y cómo actúa Él. De tal manera que a través de este sagrado libro podemos conocer su naturaleza, atributos y obras. Su Palabra nos habla, enseña, redarguye, corrige e instruye, de tal manera que Dios mismo, por medio de su Espíritu en el uso eficaz de su Palabra hace una obra perfecta en el corazón del hombre a fin de que éste manifieste la eficacia de la Palabra y el poder de Su amor. Y a pesar de ello, existen muchos que, menospreciando su palabra, no conocen el amor de Dios. ¿Eres tú alguno de ellos?
Tercero. Su Hijo Jesucristo. Dice San Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”. Dios mismo, sin dejar de ser Dios, fue hecho carne y revelado al mundo por medio de su Hijo Jesucristo, quien es verdadero Dios y verdadero Hombre. Encarnación que hizo posible que el mundo le conociera tal como Él es. Es en virtud de su deidad y humanidad en un sólo ser, Jesucristo, que Él vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido. Salvación que sólo fue posible alcanzar por medio de su sacrificio en la cruz del Calvario. Por eso el apóstol Pablo sostiene: “Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Ro.5:8). No obstante, todavía hoy día muchos no quieren saber nada de Él ni de su amor. ¿Eres tú alguno de ellos?
Cuarto. Tú mismo. El don de la vida, el sustento cotidiano, la salud, el trabajo, la vivienda, la educación de tus hijos, la guarda y custodia que Él tiene de cada uno de nosotros, etc., evidencian su amor en nuestro diario vivir. ¿Lo merecemos? No. Tan sólo es por su gracia que disfrutamos de su amor y de todo género de bendición espiritual y material. Sin embargo, muchos niegan la realidad de su amor. ¿Eres tú alguno de ellos?
Estimado lector: ¿conoces el amor de Dios? ¿Experimentas Su amor día a día? Te invito para que hoy abras tu corazón a Jesucristo el Hijo de Dios y le aceptes como tu único y suficiente Salvador. Recíbelo como tu Señor y Dios. ¡Sólo de esa manera podrás conocer el amor de Dios! Millones de personas lo han hecho ya. ¡Sé, tú, uno de ellos!
¿Lo quieres hacer? ¡Hazlo ahora! ¡Hazlo ya!
Noé Díaz Alfaro es Pastor en la
Iglesia Cristiana Interdenominacional, A.R., ser@iciar.org
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