Opinión

Frases electorales de Ebrard

Me acuerdo con los patrones establecidos  por quienes aspiran a las candidaturas  a la Presidencia de la República, Marcelo Ebrard utilizó su informe de gobierno para presentarse como la “solución” a los problemas nacionales y por supuesto, sin mencionarlo, colocarse o tratar de hacerlo, como el verdadero abanderado de la “izquierda” mexicana para la gran batalla electoral del año próximo. Así, mediante un impresionante gasto publicitario y con un despliegue digno de mejores causas, el titular del gobierno capitalino apareció de todas las maneras posibles, ante los capitalinos y por medio de ellos, ante el país en pleno, como un “gran político” con resultados en la mano y la capacidad a la vista.

El problema es que todo esto no pasa de ser uno más de los muchos trucos publicitarios a los que tan afectos resultan los políticos. La verdad no fue el ingrediente principal en el citado informe. Lo que se utilizó fueron frases, cifras y aspavientos. Y como en la Asamblea capitalina el señor Ebrard aparece como el jefe político real gracias a la mayoría perredista, entonces los aplausos apabullaron a la inteligencia. Pero los objetivos del señor Ebrard podrían no ser tan sencillos de alcanzar. Quiere la candidatura de la izquierda, pero Andrés Manuel López Obrador podría no ser un rival tan fácil de vencer. Especialmente cuando Ebrard quiere ser la “verdadera”izquierda y con ello, dejar al señor López el papel de un simple oportunista. Después, Ebrard deberá ceder ante los “chuchos” para poder avanzar en la candidatura del PRD, pero ello lo alejaría de toda alianza.

Al mismo tiempo, tendrá que definir sus alianzas con el PAN y con el gobierno de Felipe Calderón para poder avanzar como “izquierdista”, ya que como la pinte, con cada paso queda, se aleja de la posición “ciudadana” por más intentos que hacen sus porristas por evitar esa situación. Y finalmente, quiere mantener “bajo control de la izquierda” a la ciudad de México. Y para ello requiere el voto ciudadano. Y ahí los problemas no se resuelven con discursos. ¿La seguridad en el DF es tan real como dicen las autoridades? ¿El transporte es tan eficiente y seguro como se asegura? ¿La corrupción no es el eje central de las acciones de gobierno en todos los niveles? Y finalmente, Ebrard quiere una cantidad impresionante de millones de pesos para el año próximo Alega la injusticia fiscal.

Pero ¿no es una injusticia contra los ciudadanos todo el accionar de su gobierno? ¿No es injusto el trato a los ciudadanos mediante los operativos, las grúas, la falta de vialidad y el trato en ventanilla en cualquier oficina de gobierno? Ebrard puede presumir publicitariamente, pero en la realidad, las cosas podrían no ser tan favorables… Por cierto, los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Sobre Seguridad Pública realizada por el INEGI son, en el mejor de los casos, desastrosos para las autoridades de todos los niveles. El 24% de la población mayor a los 18 años ha resultado víctima de la delincuencia. Casi 23 millones de delitos y la peor parte es que la inmensa mayoría de ellos, alrededor del 90%, no fue denunciada por desconfianza en las autoridades. El gobierno federal podrá salir a defenderse con el alegato de que se trata de la mayor parte de los casos, de delitos del orden común, con lo que la responsabilidad recae en autoridades locales. Pero la verdad es que, discursos aparte, el problema es de impunidad.

Y le guste o no a las autoridades federales, la responsabilidad original está en sus manos. ¿Recuerda usted aquella promesa del gobierno fincado en el estado de derecho? Ahí se encuentra todo el problema… Y el problema se convierte en algo más serio cuando desde Estados Unidos, Felipe Calderón regresa al ataque al pasado para justificar los problemas actuales. Pero el discurso se acaba cuando la realidad demuestra que los problemas de hoy tienen nombre y apellido. Así, si se trata de migrantes, Cecilia Romero es simplemente alejada de su cargo en Gobernación, para colocarla en el CEN del PAN. Y los muertos se quedan para el renglón de “víctimas colaterales” de la violencia. Del mismo modo. Juan Molinar Horcasitas queda limpio de la tragedia de infantes en Sonora y como “premio” pasa al CEN panista para atacar a los rivales políticos. Y si el escándalo fuera poco, queda el asunto de los casinos, en donde la lista de nombres ligados al problema crece día con día y ahora son funcionarios, ex funcionarios y jueces los involucrados de una u otra manera. Así, el pasado puede tener su problemas, pero el presente resulta, para el gobierno y el PAN una losa demasiado grande como para poder ser borrada mediante un simple discurso… Y mientras tanto y con un simple “con Televisa tengo suficiente”, Enrique Peña Nieto se colocó ya como aspirante a la candidatura presidencial del PRI, con todo lo que ello significa.

 

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