La Secretaría de Educación Pública debiera dar agenda para “ver los juegos “en qué la selección mexicana de futbol juega. ¿Por qué?. Dicen voces contrarias. Es una competencia donde florece el negocio; empieza por la FIFA. Los políticos, los activistas ideológicos argumentan y arremeten contra el futbol. Lo combaten. Toman la calle. Hacen marchas. Y se hace campaña política.
El argumento ideológico, el cual es muy débil, es contra el negocio. Comprar zapatos, comprar insumos para alimentos,
Comprar medicinas es lo mismo, hay una industria, una cadena de comercialización. Hay negocio. El ejemplo se limita a necesidades básicas. Lo es en todo proceso de pagar. Es dinero.
La educación contempla educación física corporal. Atletismo es básico. En ello hay inversión, comprar y pagar tenis, calcetas, playeras, mochilas. Es negocio. Ver y leer libros, revistas, de información y educación física, para conocer las figuras deportivas, es académico. Y se paga dinero. Y el mundial de futbol sí es negocio. Es parte de la economía mundial. Abreviando: Ver la selección de futbol es saber que compiten mexicanos a nivel mundial. Saber ¿por qué son seleccionados? Es saber que es por fuerza de voluntad, por entrenamiento, por vocación. Y hay muchas historias de vocación y vehemencia. Una, de ejemplo, Guillermo Ochoa, el portero, se contrató con un pésimo equipo; pero era la oportunidad de jugar en el futbol europeo. Sacrificó todo, sueldo y familia. Y hoy, con su triunfo en el mundial, es un gran ídolo. Ejemplar para la juventud. De los 23 seleccionados debe haber una historia ejemplar. ¿Qué dice el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet?
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