* Las figuras estelares, los partidos políticos no los candidatos, de las elecciones federales del 2015, y las que se crucen en el tiempo, serán los de ahora, modificados. Más cuantos se agreguen, presumiblemente dos: Morena y el Partido de la Concertación Mexicana. Modificados PRI, PRD, PAN, en orden según resultados 2012. El Revolucionario Institucional bajo formas modernizadas en asamblea nacional anunciada, la ruta se seguirá puntualmente, de la periferia al centro. El partido del sol azteca, o lo que quede de él cuando los torpedos de Morena le peguen “abajo de la línea de flotación”, palabras que mucho disgustan a Jesús Zambrano. El albiazul que espera, quien sabe de parte de quién una refundación que garantice obtención de lo que no consiguieron en julio pasado.
* Nuevo debate entre Mitt Romney y Barack Obama. El resultado, diferente al primero. El presidente lució más seguro; según encuestas ganó. ¿La leve mejoría en indicadores caros al electorado, empleo y economía entre ellos, le proveyó de un piso más firme? Pudiera ser pero… ¿A los mexicanos nos significa algo el triunfo de uno o de otro? No creo. En Estados Unidos los grupos de poder saben cómo imponerse. Una muestra: a la Asociación Nacional del Rifle ningún presidente de ese país ha conseguido sujetarla a normas acordes a la violenta realidad en la cual estamos inmersos. Con Obama o con Romney, con Ryan o Biden, en la línea que nos divide y nos une con la nación del norte, la venta de armas seguirá como ahora.
* Mal pensado que es uno. Los dimes y diretes en torno a la reforma laboral, tienen un propósito, me parece, echar abajo una de las dos iniciativas preferentes. ¿Derrota de Enrique Peña Nieto? No por supuesto. La iniciativa la presentó Felipe Calderón. Quien presidirá el país a partir del 1 de diciembre, con más y mejores recursos sacará adelante una propuesta satisfactoria a las mayorías. No a todos, a las mayorías. En una democracia de eso se trata; las unanimidades no existen.
* La aparición en medios televisivos de un vocero de jóvenes normalistas de Michoacán, sedicente, pretendido, oficioso o espontáneo, resulta conmovedoramente trágica. Su reclamo de que las autoridades educativas no han acudido a ellos para dialogar, me lleva a palabras de Pedro Ferriz Santacruz quien ante un eclipse total de sol clamó: “no sé si reír… llorar, o hincarme a rezar.” Y qué decir de la maestra, también a cuadro, quien expresó apoyo a los estudiantes en rebeldía, se oponen a un programa de estudios que incluye computación e inglés. Qué decir de esa maestra. Su gesto, patético, resulta preocupante. Qué podrá enseñar la tal “maestra” a los jóvenes ¿valores… conocimientos… lecciones para la vida? O ignorancia… frustración… desesperanza… odio… violencia.
* Decidida la acción del gobernador Fausto Vallejo para enfrentar el vandalismo de estudiantes normalistas en Michoacán. Como suele ocurrir, surgieron defensores de causas indefendibles reclamando la liberación de presuntos responsables de acciones antisociales y hasta delictivas: bloqueo de caminos y carreteras, secuestro de autobuses y choferes, destrucción de algunos de ellos, amenaza de incendio de una pipa cargada de combustible, lesión de policías y lo que siga.
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