* Las relaciones entre México y Cuba han sido una espina en el corazón de grupos contrarios a la Revolución caribeña y sus caudillos. Ésto, de alguna manera condiciona actitudes de aquellos en sus esferas de influencia, reconocida su capacidad de acción política y de cabildeo. Para referir un caso, el exilio cubano en Miami.
Es de esperarse que el cambio de las relaciones políticas internacionales, de la geopolítica, modifique tales conductas. Acaso el ocasional encuentro entre Barack Obama y Raúl Castro, en el funeral de Nelson Mandela, anuncie una pronta distensión total entre Estados Unidos y Cuba, distención que de alguna manera se ha reflejado en cambios de Washington a La Habana.
En este marco ocurre la visita del presidente Enrique Peña Nieto a Fidel Castro, líder indiscutible de la Revolución Cubana y aliento de espíritus revolucionarios en América Latina y en África.
Gran distancia entre el encuentro del presidente de México con Fidel y el “comes y te vas” de Vicente Fox, de tan triste memoria. Triste porque el presidente de todos los mexicanos, el guanajuatense, acató deseos expresos o implícitos de norteamericanos deseosos de impedir un acercamiento del líder cubano a otros dirigentes del área.
En este asunto, decir “presidente de todos los mexicanos” tiene sentido, porque entre mexicanos, el caudillo caribeño, sin duda, cuenta con un amplio reconocimiento y respeto, como que de aquí partió, de costas veracruzanas, con destino a la Sierra Maestra para hacer historia. Una historia en la cual tiene un lugar don Fernando Gutiérrez Barrios (el “hombre leyenda” que dijera Carlos Salinas de Gortari). ¿Quién lo dijo? Fidel. Lo escribió en una fotografía dedicada al destacado político veracruzano.
Así, es de la más alta significación el encuentro de Enrique Peña Nieto y Fidel Castro. independientemente de la visita de Estado de nuestro Presidente a la isla caribeña y las conversaciones sostenidas en particular con Cristina Fernández y Dilma Rousseff, presidentes de Argentina y Brasil, y con Michelle Bachelet, presidente electa de Chile, las tres representantes de la nueva izquierda latinoamericana.
* En la Confederación Nacional Campesina se conmemoró el XLI aniversario de la muerte de Alfredo V. Bonfil. El discurso de la organización campesina estuvo a cargo de Héctor Hugo Olivares Ventura, quien se refirió a importantes aspectos de la vida del campo a la que se le restaron instituciones fundamentales como la CONASUPO, y servicios estratégicos como los de la capacitación. Acaso con la reforma del campo, anunciada, se les restituya, junto con otros que son de carácter estratégico. La ceremonia estuvo encabezada por el senador Gerardo Sánchez, líder de la central campesina y por allí saludamos al también senador Manuel Cota. A destacados dirigentes campesinos como Augusto Gómez Villanueva, Hugo Andrés Araujo, Juan Manuel Rocha (diputado federal), a Alberto Cayeros.
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