* Primera semana de cambio del programa Hoy no circula, en el área metropolitana. Inconformidades hay muchas, se manifiestan. Satisfacción, sólo la veo en autoridades del gobierno del Distrito Federal, entre éstas, la primera, Tanya Müller, inefable secretaria capitalina del Medio Ambiente.
* La gente, mayoritariamente, no tiene automóvil nuevo no por carecer de ganas, sino por falta de dinero. Verdad de Perogrullo: hay que comprarlos. Y para hacerlo deben tenerse ingresos suficientes, los que harán posible un México en movimiento y nuestro país apenas tiene año y medio de haberlo reiniciado merced a reformas en buena hora promovidas por el presidente Enrique Peña Nieto. Las que han salido adelante con un gran esfuerzo de concertación, a pesar de muestras frecuentes de propensión al chantaje por parte de protagonistas. Es el caso de la reforma energética. No saldrá, advierten algunos, si no hacen primero las correspondientes a las leyes electorales.
* Las reformas que debieran impactar en el empleo y el ingreso, en el bolsillo de los mexicanos, están pendientes de lograr los alcances ofrecidos. La educativa, que habrá de incidir en la formación de mejores escenarios implica procesos que están en instrumentación, en desarrollo. Con grupos de maestros opuestos a cuanto ello significa.
* Por supuesto nos interesa la calidad del aire que respiramos, asunto ambiental. El que padecemos en la Ciudad de México, en el área metropolitana, es causa de afectación de la salud en infantes y personas mayores, sobre todo. Por eso la comisión a cargo de atender el problema, desde el 2007 había previsto ajustes al programa Hoy no circula. En esa comisión el gobierno del DF sólo es parte. Por tanto, no se responsabilice a Miguel Ángel Mancera de la decisión. No faltan quienes lo señalan como promotor de ventas de automóviles nuevos, o de modelo reciente.
* La calidad del aire, el medio ambiente, es consecuencia de algo más que la circulación de automotores. Confluyen en ello otros factores no debidamente atendidos, resueltos, por autoridades: transporte colectivo eficaz, en esto debe considerarse el Metro, piedra angular del sistema; control de afectaciones por parte de grupos de inconformes sociales, se saben impunes al daño que ocasionan; regulación más eficiente del uso de la vialidad, es frecuente encontrar obras públicas y privadas causantes de cuellos de botella a la circulación vehicular; mantenimiento de parques y jardines; preservación de las áreas verdes interiores y del entorno; buen manejo del agua; calidad de combustibles, aditivos, lubricantes; producción industrial; planeación inteligente de obras viales; organización social; corrupción (¡ah la corrupción!) de autoridades, con su contraparte civil. En fin, el problema ambiental va más allá de un Hoy no circula de tantos efectos negativos de orden social y económico.
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