* Arduo el camino para la recuperación de México. Ya lo había advertido el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Los escenarios de violencia pueden obstaculizar el arribo de inversiones a nuestro país. Lo reitera Alfonso Navarrete Prida. Sus palabras son en el mismo sentido. Poseen la misma percepción. Pero no tienen que decirlo los funcionarios del gabinete del presidente Enrique Peña Nieto. De ello nos enteramos por los medios de comunicación. Países de la Unión Europea condicionan su participación con nosotros, en tratados, acuerdos, negociaciones, inversiones, a la solución de los problemas por todos conocidos. Entre los más críticos hoy, Iguala y Tlatlaya.
* Mezquino suponer que el gobierno federal sea omiso en las accione destinadas a resolver esos conflictos. Y otros similares y peores. Cada quien tiene su propia apreciación según le va en su propia vida. Que haya quien quiera partidizar los asuntos es otra cosa. Partidizar, no politizar. No es la misma cosa, políticos son los acontecimientos por naturaleza propia.
* Pudiera ser leyenda. Se atribuye a Gonzalo Santos, gobernador de San Luis Potosí, 1943 a 1949, reclamo que hizo a un periodista que lo atacaba constantemente. Lo llamó, le previno: tengo muchos enemigos, alguno de ellos con tal de perjudicarme es capaz de hacerle daño. La anécdota es aplicable a nuestra situación, con tal de obstruir la ruta de México a la solución de sus problemas, hay quien, o quienes, pueden acudir al expediente de provocar incendios. Dentro y fuera de la nación.
* Una película norteamericana cuyo nombre no recuerdo relata hechos criminales de un funcionario público. Los delitos se comenten a lo largo de antigua ruta del ferrocarril subterráneo de Nueva York. Se trata de un complot cuyo propósito es abatir el costo de la propiedad inmueble en el área, la finalidad comprarla a precio de ganga. ¿A quiénes interesa adquirir bienes de nuestra patria en barata?
* Estoy de acuerdo con muchas de las demandas de estudiantes del Politécnico. No estoy de acuerdo con la suspensión de clases. Va contra la formación profesional de los jóvenes. En 1966, asistí a una reunión de la directiva de la sociedad de alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, con el director Enrique González Pedrero. Dijo entonces: mientras universitarios se encargan de hacer paros, en instituciones privadas se forman quienes habrán de dirigir el México de mañana. No se equivocó el autor de El gran viraje (1961), Riqueza de la pobreza (1979), País de un solo hombre: el México de Santa Anna, 1993. Échese un vistazo al directorio del gobierno federal y al listado de los hombres de empresa para ver quién es quién; dónde se formaron.
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