Angel Aguirre se va. Se creía gobernador. Es el prototipo de político del descrédito. A todos los unió el mal. Militó en el PRI. Todo lo tuvo hasta ser gobernador interino. Dejó el PRI cuando supo que no lo postularía el partido a la gubernatura guerrerense. Y el PRD lo tomó. Aguirre de inmediato aceptó. Se postuló por la izquierda y la izquierda lo quitó el jueves.
Ganaron. Aguirre la gubernatura y el PRD conservó un estado más. La red se tejió También la izquierda postuló otros candidatos arribistas. Como José Luis Abarca, alcalde de Iguala, jefe de la banda policiaca y de delincuentes que desaparecieron a 43 normalistas y asesinaron a otros 3. La esposa del alcalde metida en la banda. La radiografía del mal político está en Guerrero. Vendieron la seguridad y la paz; vendiendo las plazas policiacas. Es un mal que existe en otras entidades.
Por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa surgen nuevos grupos. Paran centros de educación. Perredistas queman las oficinas del PRD en Chilpancingo. Queman archivos. Y destruyen e incendian el palacio de gobierno de Iguala. Las marchas crecen en otras urbes. La ciudad de México vive movilizaciones a diario. La bandera es justa y noble: pedir la devolución de los 43 normalistas “vivos”. Pero hay alerta, una gestación. De un movimiento político. Contra el Gobierno de Enrique Peña Nieto. Con manipulación a lo electoral.
Acotaciones
La investigación gubernamental sobre el paradero de los 43 normalistas secuestrados ha sido muy lenta en logros. Y lento es el acto de aprehender al alcalde y su esposa.
Protagónico Alejandro Solalinde. El sacerdote le encanta atraer a los medios hacia él. Siempre se mete y siempre pregona que lo hace aunque le cueste la vida.
Ecatepec sigue con problemas graves de inseguridad pública, a pesar del apoyo del gobernador Eruviel Ávila.
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