En la maratónica búsqueda de opiniones favorables o apoyos para su “guerra” contra el narcotráfico, la cual ha recibido el desdén de dirigentes de partidos, sacerdotes, ministros de la Suprema Corte de Justicia y otros sectores, el Presidente Calderón pidió que sean denunciados los políticos renuentes a participar en una “política de Estado” sobre materia de seguridad.
En uno de los encuentros llevados a cabo en el Campo Marte, el primer mandatario clamó porque sean denunciados gobernadores, presidentes municipales, jefes policíacos y agentes del Ministerio Público que fallan en la lucha contra la delincuencia organizada.
Fue notorio que el Presidente Calderón hubiese pasado por alto a sus cercanos colaboradores, algunos presuntamente relacionados con delitos graves o bajo la sospecha de ordenar el secuestro de periodistas. A esto se debe que la “guerra” al hampa no reciba credibilidad del pueblo.
Podrían pesar a Calderón los 28 mil homicidios relacionados con el narcotráfico, según cuentas del CISEN. Pero se le vio tan contento, tan quitado de la pena durante el juego entre México y España que no parece preocuparle tanta sangre derramada.
Aquella conminación del empresario Martí de que “si no pueden renuncien”, fue francamente ignorada por el calderonismo.
Algunos miembros del gabinete presidencial siguen la táctica de ignorar las críticas. Todo lo resbalan, como es el caso del titular del Trabajo, Javier Lozano, quien ha recibido graves insultos de mineros y electricistas, e incluso agresiones directas, sin dolerse al castigo.
Peor le ha ido a un favorito del Presidente Calderón, Juan Molinar Horcasitas, a quien le han espetado calificativos graves por la concesión que firmó de la guardería ABC de Hermosillo, la cual se incendió, con saldo trágico de 49 niños muertos.
A causa de otras concesiones de telecomunicaciones, otorgadas por Molinar Horcasitas y claramente favorables a Televisa y Nextel, el diputado perredista Mario Di Costanzo le dijo respecto a los niños muertos: “la historia y la justicia lo definen como un vulgar asesino… y debiera estar tras las rejas.”
Sobre las “amañadas” licitaciones del espectro radiológico, Di Costanzo dijo que el Estado mexicano sufrió un quebranto de 5 mil millones de pesos por los favores de Molinar a Televisa, empresa “a la cual sirve”, misma que pagó 30 veces menos del valor real de la fibra óptica.
Los señalamientos de “vulgar asesino” y “vulgar mentiroso”, dichos por Di Constanzo a Molinar Horcasitas, dejaron a éste sin cuidado. Puso cara dura, no respondió a tan graves acusaciones y seguirá en su puesto, tan campante, obsequiando más recursos propiedad de la nación.
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