Ante la celebración de la 13ª Conferencia de las Partes (COP13) del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a realizarse en México, la Secretaría de Medio Ambiente del gobierno mexicano (Semarnat), ante la falta de trabajo a favor de la sustentabilidad, y que ello ha sido denunciado por organizaciones ambientalistas, y para salir del paso, declarará de un plumazo a 8% de las aguas oceánicas nacionales como Área Natural Protegida (ANPs), situación que se cataloga en sectores sociales como una declaratoria de papel.
Pese a la falta de planes de manejo que se aterricen en la realidad, por parte de la Semarnat, su titular Rafael Pachianno, declaró que México en la COP13 pasará de un plumazo de tener sólo protegido un 2% de zonas marinas protegidas hoy, hasta el 10% para diciembre venidero. Cabe mencionar que los océanos proveen servicios ambientales irremplazables con un valor estimado de 24 billones de dólares a nivel global.
Aunque se ha argumentado que se tiene trabajo cercano con otras dependencias federales como las secretarías de Marina, Agricultura, Turismo, etc., para delimitar estas zonas a proteger, diversas organizaciones civiles en sitios como el propio Cancún, Quintana Roo, sede de la COP13, declararon que aprecian una labor fast track en los sitios a proteger sin contemplar los desarrollos turísticos y de pesca.
De acuerdo a Rodrigo Constandse, presidente de la Asociación Mexicana de Hábitats para la Interacción y Protección de los Mamíferos Marinos (AMHMAR), esta situación es un tema política exterior superficial, sin tomarse en cuenta las inversiones y trabajos, así como la real conservación de polígonos marinos.
Indicó que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) organismo dependiente de Semarnat, ante la urgencia de disfrazar las cifras reales de conservación de flora y fauna, se ha dado a la tarea de hacer estudios fast track para el decreto de ANPs.
Denunció que esta organización ubicada en Cancún, ha observado que la Semarnat y Conanp está trabajando en proteger la costa de Quintana Roo como una reserva de la biosfera. Pero, ante la gran presencia de complejos turísticos, como de otra índole de desarrollo humano, dicho nombramiento parece ser sólo un nombramiento para cumplir con cuotas de áreas de protección en tierra y en mares ante delegados de la COP13.
Dijo que la voz de las organizaciones como individuos, se les ha permitido estar presentes en las mesas de diálogo de dichos nombramientos. Pero «no debe simplificarse la visión del desarrollo y denominación de ANPs, si bien se están abriendo a las opiniones no deben meterse nominaciones afectando al desarrollo biodiverso como humano y económico».
Por otra parte, Jorge Torre, Director General de la organización internacional COBI, Conservación y Biodiversidad, A.C. detalló que existe una gran desconexión de empresas, comunidades pesqueras y gobierno federal, estatal y municipal en este tema, ejemplo de ello es la Secretaría de Agricultura que no tiene nexo alguno en sus planes pesqueros con aspectos de conservación.
Ejemplificó que en México, la pesca ha hecho insustentables muchas zonas marinas, y citó que 13% de especies marinas están sobreexplotadas; que 70% de las pesquerías están a su máxima capacidad de explotación y que sólo un 13% de las zonas de pesca puede crecer en su capacidad.
Cabe mencionar que en México, se tienen 177 ANPs declaradas que cubren el 12% terrestre y 2% marino, las cuales en muchas ocasiones eran calificadas de ANPs de papel, por su falta de plan de manejo, que ha crecido en gran manera en los últimos cuatro años pasando de 67 a 107 planes de manejo publicados.
Sin dejar de notar, el otro grave fracaso de la Semarnat, que es la vaquita marina, que tiene diversas campañas de su preservación desde hace 20 años. Cuya extinción aprecia muy cercana y que cataloga como una especie tan única que hará que México se lleve el premio de extinguir al mamífero más emblemático de esta parte del planeta, tal y como China que extinguió al delfín del llano.
Cabe citar que la Sociedad Canadiense de Parques y Vida Silvestre (CPAWS, por sus siglas en inglés) y el Instituto de Conservación Marina (MCI), realizaron un estudio en el cual se muestra que Canadá, Estados Unidos y México aún enfrentan importantes retos conjunta e individualmente para alcanzar las metas orientadas a proteger al menos 10% de mares.
Sabine Jessen, directora del Programa Nacional de Océanos de CPAWS, aceptó que «a pesar de la efectividad probada de las áreas marinas protegidas (AMP) para resguardar los ecosistemas de los océanos en el largo plazo y de los compromisos internacionales de proteger al menos el 10% de las zonas marinas para 2020, América del Norte sólo ha podido proteger de manera colectiva el 1% del océano.
México cuenta con 43 AMP que cubren un total de 50,873 km², y que protegen tan solo 1.62% de su territorio marino. De este total, el 0.66% se ubica en el Océano Pacífico, 0.46% en el Golfo de California, 0.33% en el Golfo de México y 0.17% en el Mar Caribe. De las 43 AMP que tiene México, 34 han sido «implementadas» y 9 se consideran «parcialmente implementadas». Actualmente está en proceso la creación de cinco AMP propuestas, que de ser completadas contribuirían con otro 19.8% adicional a los actuales esfuerzos de conservación marina en México.
Aunado a que la pesca, sigue siendo en tema pendiente a congeniar con la sustentabilidad, ya que mientras el crecimiento de la población siga en aumento, la demanda de alimento se incrementará. En el caso de la pesca, la demanda en 2012 fue de casi 144 millones de toneladas, incluidos los 52 millones de toneladas provenientes de la acuicultura (pescados criados en cautiverio).
PESCA Y SUSTENTABILIDAD, SECTORES NO RECONCILIADOS
Patrick Love, autor del libro Pesquerías. ¿Mientras duren los cardúmenes?, publicado en 2015 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), plantea que la pesca tradicional es un sector en constante crisis debido a que intervienen diversos actores.
Por ello, propone que la acuicultura, pudiera ser una solución sustentable en este sector, ya que el suministro de pescado no ha dejado de incrementarse en las últimas cuatro décadas, gracias a la acuicultura y las exportaciones han aumentado significativamente.
Sin embargo, el impacto del cambio climático, la contaminación marina por desechos plásticos, la pesca ilegal y la acidificación acechan al océano y su biodiversidad, confirmó la segunda conferencia internacional Nuestro Océano, realizada en Chile, en donde 56 países se comprometieron con 80 iniciativas sobre conservación y protección marina que superan los 2,100 millones de dólares y abarcan más de 1.900 millones de kilómetros de océanos. Ya que, la salud y productividad del océano serán claves para alcanzar la Agenda 2030 y la erradicación del hambre global.
PERDIDAS MULTIMILLONARIAS POR NO PROTEGER EL MAR
El cambio climático podría provocar daños anuales por no proteger a los océanos por 2 billones de dólares para el año 2100, según un informe difundido por el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo; lo que equivaldría al 0.37% del PIB mundial calculado en el 2014. El estudio, «Valuing the Ocean» (Valorando el océano), calcula la pérdida de valor de los océanos teniendo en cuenta cinco categorías: turismo, aumento del nivel de los mares, tormentas, pesca y los sumideros de carbono oceánico.
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