POR: Adolfo Montiel Talonia
La politología se acabó. Es como la extinción de la medicina como ciencia y la salud queda en manos de loa practicantes. La política es ciencia y es arte. Conjuga la sicología y da los politologos. Estos son como los arqueólogos. Estudian, analizan y definen la actitud pública de la sociedad. Es la sociedad, llamada ciudanía, la que invade y ocupa el espacio de la política. Como arqueólogos, los políticos encuentran elementos para sustentar, la autonomía. Y surge el movimiento que minimiza, hasta desconoce, el valor y la función del gobierno y el del papel del Estado.
En México, en estos tiempos modernos, en lo que se denomina el siglo de la democracia y de los derechos humanos, se encuentra la frase histórica de un líder, que si lo es; aunque anarquista, de Andrés Manuel: “Al Diablo las instituciones”. Es la máxima expresión de barbarie. Pero es muy ilustrativa. Estorba el orden y rechaza la legalidad y lo sustituye con la ciudadanía. “La sociedad lo pide”. Es la ciudadanía la que exige la pluralidad, la democracia significa ciudadanía. ¨Por lo tanto, se impone un control al gobierno y al estado. a una política abstracta. Se usurpa el Estado y se limita al gobierno.
¿A dónde vamos? A la anarquía. Surgen los “derechos humanos”. Y someten a su. Arbitrio al gobierno. Se nombran ministros de la Corte y se somete a consideración del Senado. Se convoca a un programa anticorrupción y el Poder Legislativo lo regula. Y no tenemos Procurador de la República, no tenemos Fiscal. No hay Fiscal electoral. A todo ello lo defienden, bajo la figura de “la sociedad”, 0la “ciudadanía”. Simplemente han atentado contra la politología. Dan paso a la anarquía.
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