Adolfo Montiel Talonia
El 14 de diciembre empiezan las precampañas electorales para unos 3 mil cargos de elección. Es la elección la elección más grande en la historia de México. Se celebrará en 2018. Será muy complicado, dicen. Desconocen el programa de trabajo del INE. Pero para la ciudad de México el vaticinio es de profunda división de los grupos. Terminarán peleándose. Así es la ambición.
El agua y el aceite se juntaron. Un partido de izquierda, el PRD; y otro de derecha, el PAN, se unieron para la elección del 18. A esos dos se unieron partidos pequeños. Lo hacen para repartirse el botín, el dinero y los puestos. Unidos buscan derrotar al PRI. No hay proyecto, es el poder y el dinero. La voz cantante la lleva Ricardo Anaya, presidente del PAN; y Barrales, presidenta del PRD. Uno quiere ser candidato presidencial, Anaya; y ella candidata a gobernar la capital del país. Y la Barrales pretende la candidatura a la Presidencia, para Miguel Angel Mancera. Terminarán en tragedia.
Por la capital del país ya hubo traición y división. Es con el partido MORENA y sus líderes Andrés Manuel y Ricardo Monrreal. AMLO impuso a Claudia Schembeuan. Y sacó a Monrreal. Ricardo levantó la voz de protesta y López lo mandó por un tubo. López Obrador terminó buscándolo y se hizo del rogar Ricardo. El conflicto se negoció. Pero la amistad y los lazos de unión, esos, se perdieron. En ese camino está el Frente.
Interrogaciones:
¿Alfredo del Mazo está revisando la obra pública de su antecesor, Eruviel Avila? ¿No gustó que dijera que si quiere ser candidato presidencial?
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