Adolfo Montiel Talonia
El Gobierno de Enrique Peña Nieto entra a la recta final, es la hora de hacer cuentas y de acelerar el paso para culminar la enorme obra pública que realiza a lo largo y ancho del país. Pero debe entender que no sirve su equipo de comunicación. Informar no es leer números. Eso lo hace bien el mismo Presidente. ¿Y qué hacen los cientos de empleados de Comunicación Social y sus dirigentes? Hacen boletines fríos y aburridos.
El Presidente Peña Nieto resaltó la creación de más de 3 millones de empleos en 4 años y medio. A poco se crearon con vara mágica. ¿En qué sector se instalaron ¿En cuánto tiempo? Pero son incapaces. La comunicación del país es como un mosaico, es por pedazos. No hay un solo medio que concentre la atención. Son retazos. ¿Y quién los atiende? Eduardo Sanchez es para los grandes. Y los demás, Chao Echeverny calificando a quién den publicidad. Pero la publicidad es para difundir la obra pública. Es explicar y convencer de la cadena de trabajo gubernamental. Se embelesan en su arrogancia.
José Antonio Mead, Secretario de Hacienda anuncia que viene una racha mala con el petróleo. A los arrogantes comunicadores, desde los jefes, no se les ocurre que hay que enfriar la noticia. Por ejemplo por lo que sea, este sexenio a México le fue mal con el precio del petróleo; pero la inversión privada, pública, nacional y extranjera, han atendido la producción y los mercados, de tal forma, que México ya no depende del petróleo. Los 3 millones de empleo es la prueba. Se crece sin el petróleo.
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