POR: Adolfo Montiel Talonia
La decisión acertada no se dio. Hoy lloran familias. El Gobierno Andrés Manuel López Obrador acordó no ordenar el desalojo de la gente que se arremolinaba en torno a una fuga de gasolina. Ocurrió en Tlahuelilpan, Hidalgo. La gente se arremolinó en esa fuga. Eran cientos. Adultos mayores, jóvenes y algunos niños.
Ciento de personas acudieron a la zona de la fuga de gasolina. Llevaron garrafones y los llenaron de combustible. Fue un acto de rapiña. La fuga fue atacada y saqueada el viernes. Al lugar llegaron cientos de personas. Alrededor de las 14 horas arribaron militares a la zona. Se concretaron a convocar, a los que robaban, a retirarse del lugar advirtiéndoles que era peligroso. No escucharon. Y vino la explosión. Y la muerte ocurrió. Decenas de muertos. Ante la magnitud de la tragedia surgen cadenas de interrogantes. ¿Por qué el Ejercito no evacuó y no acordonó. Ante la pegunta de los periodistas, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, respondió no se ordenó “por prudencia.
La fuga del ducto duró unas 3 horas, Pemex no lo cerró. Pudo evitarse la tragedia? ¿Son víctimas los saqueadores?
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