Adolfo Montiel Talonia
El Presidente Enrique Peña Nieto fue y es pragmático. No tiene comprometido, ideológicamente, su discurso. Abre el día con lo que programó y lo cierra igual. No hace arengas, no exalta, no deja encomienda. Al final de su gobierno se leve en retiro. Acabó con el partido que lo llevó a la Presidencia. Y sin proyecto final, desapareció del escenario.
Andrés Manuel llenó el vacío. No lo llenó; lo colmó y derramó- Hasta tres discursos se echa por día. Aeropuerto y más aeropuerto. Los migrantes. Todo lo agarra por su cuenta. Le sobran discursos.
Dio la espalda al PRI. No ha pedido disculpas. El grupo de López Obrador anda sobrado.
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