POR: Adolfo Montiel Talonia
El estado de México es una entidad del tamaño de varios países. Tiene varias ciudades de primer nivel. Empieza por ser el estado de mayor población y por lo tanto representa la bolsa mayor de votos. Entonces políticamente es el más rico electoralmente. Para la elección presidencial del 2018 es el fiel de la balanza electoral. Pero no solo es el botín electoral. En la economía nacional es el primero en producción, por la industrialización, tiene el número mayor de parques fabriles, en producción agropecuaria registra las cifras mayores de cereales.
El profesor Carlos Hank Gonzales en su estilo peculiar de gran charlista, al exaltar la grandeza mexiquense decía, a Mi Ambiente: “Y eso, sin tener litorales, ni petróleo”. El estado de México se ha forjado en varios años. Es a partir de don Isidro Fabela, diplomático, pintor, filosofo. Fue el maestro de lo que se conoce como “grupo Atlacomulco”, él era originario de ese pueblo. A don Isidro lo llamaron para ser el gobernador de la entidad, tras el asesinato de don Arnulfo. Quien fue víctima de las bandas de abigeato.
Ahora el estado de México es la entidad más rica, más importante de la República. Cuenta con montañas de materias industriales, tiene grandes extensiones de bosques, ríos y lagos. Abunda la riqueza ecológica. La industria del cemento es de gran desarrollo y han mejorado los sistemas anticontaminantes. Pero, tiene polos de contaminación de polvos, como los molinos mármol de Apaxco. De Edomex es gobernador Alfredo del Mazo. En tercera generación. Es grande el reto de mantener el crecimiento y multiplicarlo.
Interrogantes:
¿Por qué se quejan los partidos aliados al PRI durante la campaña de Del Mazo. Ganó y los olvidó?.
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