POR: Adolfo Montiel Talonia
Al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, perdió el equilibrio mental. Tras una cadena de denostaciones sobre México ordenó militarizar la toda frontera con México. Así, se vive con el vecino del norte. Ya hay antecedentes similares, Con el gobierno de Mijael Obhama, mandó vigilar la frontera con militares. También pasó con George Bush. Fueron acciones convenidas- En cambio con Trump no ha correspondido al buen trato que le dio el Presidente Enrique Peña Nieto, al empezar como candidato a la Presidencia.
Transcribir el discurso insolente del mandatario gringo es inútil. La retórica de Trump es grotesca, es burlona. Siempre golpeando. El discurso gastado culminó con el anunció de militarizar la frontera, por la migración. Y lo hizo público. Luego pretendió minimizar el suceso, informando que serían miembros de la guardia nacional sin armas.
Responde el Presidente de México, Enrique Peña Nieto. Con un discurso de Estado, muy completo y muy bien enmarcado en la Carta Magna mexicana. Precisó que México es vecino amigo de Estados Unidos y con la sana intención de negociar, para bien de ambos países; pero con dignidad.
El discurso de Peña Nieto recibió el apoyo unánime. Ahora si México Unido.
Interrogaciones:
¿El obispo de Chilapa, Guerrero, anda socorriendo espiritualmente a delincuentes y narcos. Por su cuenta negocia que “no maten”, así, lo dijo, políticos. –su incursión con delincuentes negociando fue aprobado por Andrés Manuel. Está en su pretendida amnistía a la delincuencia para la paz?
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