Este no será el año de la recuperación porque el gobierno de Felipe Calderón sigue en las mismas, sin promover fuentes de trabajo en el campo y la industria. Tampoco habrá inversión extranjera suficiente a causa de las elevadas cargas fiscales ideadas por el gobierno.
Una nación incapaz de producir cuanto consume y sin posibilidades de exportar excedentes para equilibrar su balanza comercial, está perdida. Esto ha sucedido a México, a partir de cuando tomaron el poder la tecnocracia y el panismo.
Más de 50% de lo que consumimos y vestimos los mexicanos proviene del extranjero, como resultado del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, firmado por Carlos Salinas y el signado por Ernesto Zedillo con la Unión Europea.
Con China no hay TLC, pero ni les importa a los orientales, dado que meten de contrabando a México cuanto les pega la gana, además de que el secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, redujo o eliminó 9 mil 706 fracciones arancelarias a diversas naciones, como se lo echó en cara el senador priísta, Francisco Labastida Ochoa.
Debido al entreguismo, México está de capa caída. Negociado el petróleo y los ferrocarriles, las fronteras están abiertas al contrabando o al ingreso de productos sin pago de impuestos.
Sobre esto se nos aturde con la historia de que este es año de la recuperación y debemos pactar un TLC con Brasil ¿Para que la nación carioca nos rompa lo que nos queda?
Comentarios Cerrados