La inversión extranjera cayó 50% de un año a otro y la Secretaría de Economía aún no encuentra culpables. No sigue los ejemplos de señalar a la influenza AH1N1 como causante del derrumbe turístico o insistir cada día que la crisis financiera internacional provocó el retroceso económico mexicano de 6.2% durante 2009.
Gerardo Ruiz Mateos, titular de dicha dependencia, se expone a que su jefe Felipe Calderón lo castigue por no mencionar a los culpables y pierda la investidura de precandidato presidencial.
Ruiz Mateos no es economista, ni tiene una madrina del nivel de Elba Esther Gordillo, quien ya adoptó al elegante Alonso Lujambio, alineándolo en el handicap del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) rumbo a la silla presidencial. Imagínense.
Para justificar el retroceso nacional, el secretario de Economía tiene el mejor pretexto. Si alega que a inversionistas les horrorizan los cárteles de estupefacientes, nadie lo va a refutar.
De Ciudad Juárez ya emigró medio millón de connacionales y las fugas humanas y de capitales también suceden en Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo, Valle Hermoso y otras ciudades tamaulipecas donde impera el terrorismo.
¡El terrorismo! Es la última modalidad puesta en práctica por las mafias, Del Golfo y “Los Zetas”. Ellas han colocado mantas en media república para denunciar la protección oficial al cártel de Sinaloa, jefaturado por “El Chapo” Guzmán
Cuando menos se esperaba, el presidente Felipe Calderón declaró que no protege a mafias de las drogas, ni del oriente, ni del poniente del país. Niega toda relación con “El Chapo”.
Sin embargo, en uno de sus viajes a París, Ruiz Mateos afirmó que el próximo presidente de México podría ser impuesto por el narcotráfico. A lo mejor acierta.
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