Ante la múltiple y variada existencia de religiones, iglesias y denominaciones, muchos se preguntan: ¿cuál es la verdadera iglesia? La verdadera iglesia es aquella a la que se refiere el Señor Jesucristo, cuando dijo a Pedro: “… y sobre esta roca edificaré mi iglesia…” (Mt.16:18).
El artículo posesivo “mi” que usa el Señor para referirse a la iglesia, nos lleva a afirmar que la verdadera iglesia es propiedad exclusiva de Jesucristo, por eso Él afirmó con toda propiedad: “mi iglesia”. ¿Cuándo surge la iglesia del Señor? Según refiere el capítulo 2 del Libros de los Hechos de los Apóstoles, la iglesia de Jesucristo nace en Pentecostés con el derramamiento del Espíritu Santo sobre aquellos ciento veinte en el Aposento Alto y con la conversión de tres mil personas que escucharon el sermón del apóstol Pedro. Después siguió la conversión de cinco mil y así sucesivamente hasta el día de hoy en que miles y miles se convierten al Señor y pasan a formar parte de Su iglesia, y no de una religión o denominación determinada.
El vocablo griego ekklésia (iglesia) se refiere a la reunión de todos aquellos que por la fe han creído y aceptado al Señor Jesucristo como su único y suficiente Salvador, al cual siguen y aman. Por tanto, la verdadera iglesia de Jesucristo está conformada por todos los que a través de los siglos han sido redimidos y lavados con la sangre preciosa que Cristo derramó en la cruz del Calvario y que serán llevados por Él, el día de Su venida. ¿Cuál es el sello distintivo de la verdadera iglesia de Jesucristo? * La fe en Jesús y en ninguna otra persona o deidad. Cree firmemente que sólo Cristo salva, Él es el único camino al Padre, y fuera de Él, no hay más (Jn.14:6). * La verdadera iglesia de Cristo tiene como norma suprema de fe y de conducta la Biblia; por ello es de una fe trinitaria. Cree en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo; y sujeta su proceder a las normas y principios bíblicos, y no a las tradiciones o dogmas de los hombres. * Asimismo adora sólo a Dios y lo hace conforme a lo ordenado por el Señor Jesucristo, en espíritu y en verdad, y no a través de algún elemento humano o material representativo de Dios. * Cree también que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y para siempre; y por eso cree en el poder del Señor para hacer todas las cosas. Por ejemplo, la conversión del pecador, la sanidad de los enfermos, la restauración del matrimonio, la liberación del alcohólico, del drogadicto, etc. *
El gran mandamiento y la gran comisión constituyen los ejes de su trabajo aquí en la tierra, por ello vive el amor de Dios y predica las buenas nuevas de salvación a fin de que el reino de Dios se extienda y muchos miles vengan al conocimiento de la verdad. Por ello es la luz del mundo y la sal de la tierra. * La verdadera iglesia de Cristo se santifica cada día apartándose de todo tipo de pecado y consagra su vida a amar, a obedecer, a seguir y a servir a su Salvador Cristo Jesús; aguardando el día de Su venida en las nubes. * La verdadera iglesia será arrebatada por su Salvador e irá al cielo y morará con Él por la eternidad. Estas son algunas de las características de la iglesia a la que se refirió el Señor, cuando dijo a Pedro: “… y sobre esta roca edificaré mi iglesia…”. Querido lector: ¿Formas parte de la verdadera iglesia de Jesucristo? La religión y la denominación no te salvan, ¡sólo Cristo salva! Acéptale hoy mismo como tu Señor y Salvador y vivirás con Él por la eternidad.
Noé Díaz Alfaro es Pastor en la
Iglesia Cristiana Interdenominacional. ser@iciar.org
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