Opinión

Legislativa ambiental

Decuerdo con cierta nostalgia las caricaturas, las historias, de Quino (Joaquín Lavado, Argentina, 1932). Las conocí a fines de los años 60 en uno de los programas noticiosos de Jacobo Zabludovsky. Desde entonces lo he seguido. Mis hijos lo conocen y, como yo, participan de sus reflexiones, en ocasiones tan profundas que pasan desapercibidas para el lector poco interesado.

En una de sus tiras, Mafalda, acaso el más emblemático de sus personajes, encuentra a unos obreros cavando una zanja, les pregunta: “buscando las raíces de lo nacional…” “No niña, reparando las líneas de teléfono”. La pequeña comenta entristecida: “Como siempre, lo urgente no nos permite hacer lo importante”.

Los grupos parlamentarios en las cámaras de diputados y de senadores, celebran sus reuniones previas al inicio del período ordinario de sesiones, primero del segundo año de la LXI Legislatura. Comprenderá del 1 de septiembre al 15 de diciembre. En ellas acuerdan los asuntos de sus agendas, para llevarlos a los plenos convertidos en iniciativas, se las turnará a comisiones para revisión, análisis, discusión, dictamen, devolución a las asambleas generales para aprobación, en su caso.

Muchas iniciativas se quedarán en la llamada congeladora. No serán dictaminadas. No tendrán la debida conclusión en las instancias correspondientes.

Las iniciativas aprobadas en una de las cámaras pasarán a la otra, como minutas. Una de ellas es de origen y la otra revisora, alternativamente. Concluido el proceso serán turnadas al ejecutivo para su promulgación. Siempre y cuando no haya veto, formal o de hecho.

Hay asuntos exclusivos de la Cámara de Diputados, los hay también de la Cámara de Senadores. A la mal llamada Cámara Baja corresponde, la aprobación del presupuesto de egresos de la Federación, la fiscalización de su ejercicio (Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas), la evaluación del desempeño. El senado tiene como facultad exclusiva, el tratamiento de los temas de política exterior.

Todo esto viene a la expresión de lo urgente y lo importante, párrafo inicial, porque en lo determinado en las reuniones de los grupos parlamentarios, de diputados, de senadores, según se sabe, de acuerdo a la información de los medios, es dar seguimiento a lo inmediato. A lo que nos ocupa hoy.

Y hoy, la “primera prioridad” es lo relativo a la seguridad pública. Está en el ambiente, así se le percibe. Más cuando ocurren hechos tan lamentables como el “cobarde” asesinato de Edelmiro Cavazos Leal, alcalde de Santiago, Nuevo León. (¿Habrá asesinatos valientes?) Antes ocurrió el de Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI a la gubernatura de Tamaulipas. El de Luis Mario Guajardo Varela, candidato del PAN a presidente municipal de Valle Hermoso, Tamaulipas; precedido por el del ex diputado federal y ex presidente municipal de Río Bravo, también Tamaulipas, Juan Antonio Guajardo. El de Salvador Vergara, primer edil de Ixtapan de la Sal, Estado de México.

Presumiblemente, esos crímenes fueron perpetrados por la delincuencia organizada. Fueron consecuencia de acciones u omisiones de esos servidores públicos, en contra de sus actividades. De allí su consideración en un apartado de los efectos de la violencia generalizada que vive el país, que sufre la comunidad nacional, que padecen familias que claman por una lucha eficaz del gobierno contra la inseguridad. Lucha que debiera estar fundada en la inteli-gencia y en la información. Inteligencia, información. Inteligencia, talento.

Las cuestiones de la inseguridad constituyen lo urgente, los asuntos del deterioro ambiental y una de sus consecuencias, el calentamiento global, es lo importante.

Acerca de Ulises Villalba

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