De instituciones
(tercera de tres partes)
Plutarco Elías Calles convocó a la unidad revolucionaria. Las fuerzas dispersas protagonistas, vencedoras, de los acontecimientos militares, políticos, sociales, de 1910 al 17, atendieron su llamado a continuar la transformación de México por la ruta de las instituciones.
Bien dice Dulce María Sauri Riancho: “El régimen político bajo el que hemos vivido los últimos setenta años nació en 1929 y con la fundación del Partido Nacional Revolucionario. La formación del PNR fue resultado de una alianza histórica de fuerzas locales y regionales que concurrieron en una organización nacional diseñada y promovida desde el poder. Sus promotores fueron los caudillos de la fracción triunfante de la Revolución Mexicana; así, el PNR no nació para ganar el poder, sino para conservarlo.” (La Causa del PRI, 1999-2002, edición del Comité Nacional Editorial y de Divulgación del PRI, impreso en Editorial Los Peñascales, 2002).
Si asumimos que el Partido Nacional Revolucionario, de Plutarco Elías Calles; el Partido de la Revolución Mexicana, de Lázaro Cárdenas y el Partido Revolucionario Institucional, de Miguel Alemán forman parte de un continuum, a éstas instituciones, que lo son en sí, corresponde un mérito, el de haber sabido escuchar, interpretar, entender y atender, las voces nacionales, la evolución del país y el contexto internacional.
El contexto internacional es un referente necesario en el análisis de nuestro tránsito al lugar donde hoy estamos. ¿Qué ha tenido que superar México para arribar al siglo XXI como nación? Es cuestión que debiera interesar a los mexicanos todos. En el análisis de nuestro ser, estar, hacer, es obligado tener en cuenta los factores coyunturales y los estructurales que explican los acontecimientos; las variables de tiempo y espacio no pueden quedar al margen de una revisión, crítica, pero constructiva, del difícil tránsito de la Patria en su devenir.
El PRI y las organizaciones políticas que lo antecedieron, bajo los mismos principios y propósitos, ha sido protagonista en la creación de las instituciones que hacen visible y viable a México.
Calles comienza el camino de la renovación y creación de instituciones. Si bien el Banco de México es anterior a la formación del PNR, forma parte de las entidades constituidas o reformadas correspondientes al periodo revolucionario.
Hombres con visión de estado, surgidos de las filas del PRI, han formado parte de las estructuras de gobierno.
Plutarco Elías Calles, ya mencionado, comienza una era de partidos, renovada, supera la lucha de facciones. Lázaro Cárdenas, autor de la expropiación petrolera y creador del Instituto Politécnico Nacional y del sistema de escuelas para hijos de trabajadores, tiene un lugar indiscutible en el sentimiento de la nación. Manuel Ávila Camacho, que vive los días aciagos de la Segunda Guerra Mundial deja el poder político en manos civiles. Miguel Alemán, es autor de un plan de industrialización acelerada que abona a la modernización del país; universitario, construye la Ciudad sede de la UNAM que se convierte en emblema nacional, en semillero de profesionales, artistas, académicos, docentes, que habrán de agregarse a la planta de formadores de instituciones, hombres y mujeres capaces de conducirse con prestancia en los campos del hacer cotidiano.
El tema da para más. Obligadamente es asunto de entregas adicionales con el fin de agregar reflexiones en torno a lo que es, quiérase o no, una hazaña, la hazaña de México. Con reconocimiento a quienes reconocimiento merezcan.
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